Guatemala: Un mundo Maya de sabores que enamoran

Creado: Vie, 22/05/2020 - 13:11
Autor:
Credito
Eduardo Losada
Categoría
Guatemala-gastronomia

Para conocer las costumbres gastronómicas de cada país, debemos  comprender el arte de producir, crear y transformar de su pueblo. Es vital una mirada a la capacidad de evolucionar, preservar y salvaguardar todas aquellas actividades en las cuales intervenga el consumo, uso, gozo y disfrute, de manera saludable y sostenible, del patrimonio gastronómico cultural.

Desde esa mirada, no sorprende que las tradiciones culinarias y los hábitos alimentarios del diario vivir formen parte integral de la idiosincrasia cultural y natural guatemaltecas.

Las comidas populares de la nación centroamericana, con raíces anteriores a la colonización europea, han cruzado pueblos, épocas, años de evolución social y biológica, para implantarse en el imaginario popular y constituirse en patrimonio intangible de la sociedad.

Sus esencias van más allá de lo que se elabora tradicionalmente en los festejos patronales de cada pueblo. La comida casera, preparada con técnicas similares a la de los ancestros, integra una cocina criolla, original y sabrosa, que se debe valorar como parte de la identidad cultural del país y las regiones allende.

Profunda y duradera ha sido la influencia indígena en el arte culinario guatemalteco, lo cual constituye un primer elemento para comprender la inmediata identificación con la cocina mexicana. Asimismo, el sello impreso por las herencias españolas conforma otro elemento que permitió el enriquecimiento de las costumbres alimentario que se destacan hoy día en el territorio. En esa amalgama, la gastronomía nacional está asociada a vivos colores y se caracteriza por la fusión de dos grandes culturas.

Gastronomía de Guatemala: De Kaki´k al Pepián

Cada región de Guatemala hace grandes galas de sus típicas comidas y bebidas lugareñas, asociadas a cada festejo patronal o a ocasiones especiales. El Kaki´k (tipo de caldo), de origen kaqchikel (población del centro occidental del país), es uno de los platillos típicos de la nación que se prepara en recado, con diferentes especias, vegetales y pavo o chumpipe al gusto.

El Pepián (guiso tradicional), por su parte, no es solo una de las propuestas autóctonas del país, sino que es emblemática de las grandes ocasiones. Desde sus orígenes -en la época precolombina en el departamento de Chimaltenango, en el oeste de Guatemala-, se servía en grandes ceremonias y rituales, tanto de religión como política. Puede prepararse con carne de cerdo, pollo o una mezcla entre ellos.

No se puede olvidar tampoco los plátanos en mole, comida originaria que muestra la transculturación, ya que parte de una mezcla entre productos de origen asiático como el ajonjolí, el chile y la canela, el chocolate y el plátano de origen maya.

Así también se destacan diversos platillos sencillos e idiosincrásicos de ferias regionales como el atol de elote (maíz), los rellenitos  de plátanos con frijol negro, las tostadas, tamalitos de chipilín (hierba tipo especia), chuchitos, tamales rojos y negros; todo combinado con diversas bebidas naturales, como los frescos de jamaica, tamarindo u horchata a base de arroz.

Porque Guatemala es mezcla de sabores de identidad cultural; combinación mística de platos típicos y rones cuidadosamente producidos. Estas riquezas hacen de esta tierra un paraíso culinario, un entorno multicultural marcado por la historia y sus raíces.

Fuente: Revista Excelencias Gourmet No. 66

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