La Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) se fundó, hace 10 años, con la participación de 8 países y, a día de hoy, agrupa a 14 (y otros que se encuentran en proceso de incorporación).
Forman parte de la Junta Directiva Antonella Ruggiero, Directora General, Alfonso Marín, Secretario General, y José Carlos de Santiago, Vicepresidente y Embajador de la AIBG en los diferentes países que todavía no tienen Academia. Yo mismo tengo el honor de ser el Presidente desde su fundación.
En los últimos años, se ha dedicado a desarrollar diferentes proyectos y actividades para tratar de impulsar el conocimiento y la valoración de la gastronomía iberoamericana. Y este año, se ha decidido dar especial relevancia a las Capitalidades temáticas, espacios dedicados a productos representativos, actividades o costumbres de la gastronomía iberoamericana.
La Nueva Gastronomía
La gastronomía iberoamericana es, sin duda, una de las mejores del mundo. Naturalmente, entendiendo que la gastronomía no es solo satisfactoria (es decir, no se limita a los restaurantes con estrellas Michelin o soles Repsol), sino que tiene que ser, también, saludable, solidaria y sostenible.
Y teniendo en cuenta, además, que la Nueva Gastronomía abarca los cuatro eslabones de la Cadena Alimentaria: la producción, la industria, la distribución y el comercio y el consumo final en la hostelería.
Lo más importante es, quizá, la producción agroalimentaria y, en cierta medida, la industria y la distribución. Sin alimentos ni bebidas, sería imposible comer bien en los restaurantes, por muy buenos que sean.
Oferta gastronómica iberoamericana
Desde el punto de vista de la producción agroalimentaria, el conjunto de los países iberoamericanos, incluyendo España y Portugal, tiene la mejor oferta posible y, sin duda, mejor que la anglosajona.
No hay que olvidar que el encuentro entre los dos mundos representó un extraordinario enriquecimiento para la gastronomía y la alimentación. Entre los 10 alimentos que los españoles llevaron a América (azúcar, aceite de oliva, trigo, arroz, café…) y, sobre todo, los 10 alimentos que trajimos de América (patata, tomate, maíz, pimiento, cacao…) se configura lo más importante de la oferta gastronómica a nivel internacional.
Capitalidades temáticas
Para poner de relieve y escenificar la oferta gastronómica iberoamericana se crearon, hace 7 años, las Capitalidades de la Cultura Gastronómica.
En la última Asamblea Extraordinaria celebrada por la Academia Iberoamericana se decidió crear, para el año 2022, algunos nuevos ESCENARIOS GASTRONÓMICOS. En ese sentido, ya se han acordado por unanimidad las siguientes.
Medellín (Colombia) será la Capital Iberoamericana de la Cultura del Café. No cabe duda de que el café, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, es un elemento especialmente representativo de la identidad colombiana.
Tepeyahualco, en el Estado de Puebla (México), se ha designado como la Capital Iberoamericana de la Cultura del Maíz. Muchas civilizaciones se han desarrollado en torno al cultivo y la utilización de este grano. En Tepeyahualco ha sido la base de la alimentación de sus pobladores desde los orígenes.
Asunción (Paraguay) será la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica de las Misiones. Los asentamientos de los españoles en territorio americano tuvieron una gran importancia desde el punto de vista espiritual pero, también, desde el punto de vista agroalimentario. Asunción tiene una historia y una cultura alimentaria muy vinculada con la misiones.
Y Zaragoza (España) va a ser la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica Sostenible. Es extraordinaria la contribución que está haciendo la ciudad de Zaragoza a la transición ecológica, muy especialmente en el sector gastronómico.
La idea de crear Capitalidades temáticas ha tenido tal aceptación que ya hay países que están proponiendo nuevas Capitalidades, como la del cacao, el marisco o el encuentro entre los dos mundos.
Aportación de Iberoamérica a la cultura gastronómica en el mundo
En todos los casos y durante 12 meses, estos lugares serán el escenario en el que los diferentes países de Iberoamérica podrán exponer su aportación a cada materia, tanto en lo que se refiere a la producción como a la industria y, muy especialmente, a la creatividad culinaria.
Las Capitalidades deben ser escenarios en los cuales se ponga de relieve la contribución que los diferentes países iberoamericanos (incluyendo, siempre, España y Portugal), han hecho y están haciendo a la Cultura Gastronómica en el mundo.
Productos tan importantes como el maíz y el café, lugares como las misiones –que, además de centros espirituales, eran haciendas agrícolas–, o actividades para impulsar lo que es, y debe ser en el futuro, la alimentación ecológica y sostenible, tienen su máxima proyección en el mundo de Iberoamérica.
Foto portada: La Maestranza de Sevilla cuando se fundó la AIBG
