Del restaurante San Cristóbal todos saben en La Habana: es su casa, su ciudad; nacieron el mismo día aunque en diferentes años, por eso ambos son tan cubanos, tan auténticos. De una punta a otra del planeta muchos han sido los clientes que han llegado hasta el icónico edificio de la calle San Rafael para saborear lo que se hace en esta isla, para probar el sazón internacional pero de toques muy criollos de su dueño y chef Carlos Cristóbal.
Ahí están las fotos viejísimas, los adornos con huellas de historia, el patio interior lleno de verdes y luces, los salones que sedujeran a Beyonce, a Jay Z y a la mismísima familia Obama. Sí, el San Cristóbal puede regodearse al decir que ha recibido en sus predios a algunas de las visitas más llamativas que hayan puesto los pies en La Habana.
Para el quien pregunta se definen como un espacio dedicado 100 % a la cocina que mira al pasado desde su decoración, desde su menú inspirado en las décadas del 30 al 50 cubanos, pero también gusta de poner los ojos en el futuro y descubrir nuevas tendencias, ajustar las miras de su telescopio gastronómico y recibir amigos de esos que siempre tienen algo que contar, que compartir, por ello fue uno de los restaurantes anfitriones de la delegación de invitados extranjeros y ponentes del IX Seminario Internacional Excelencias Gourmet.
Su dueño y chef lo tiene claro: "Participar, apoyar estos eventos nos enseña las nuevas tendencias gastronómicas, es una magnífica oportunidad para capacitarnos, interactuar todo lo que es novedad culinaria".
Ser elegido en 2014 por los Premios Travellers’ Choice como el 4to Restaurante del Caribe le dio visibilidad a esta casa, a esta ruta que sigue resaltando en una de las calles con más vida de La Habana. ¿Una probadita?: cerdo salvaje, plátanos cubanísimos, salsas autóctonas y una sonrisa que siempre explota en el rostro de Cristóbal cuando hace lo que más le gusta: dar, cocinar, comunicar.
