Una de las bodegas más emblemáticas de España, Marqués de Riscal, acaba de reinventarse por completo sin perder su esencia. Hace algunas semanas fue elegida, por la publicación especializada Drinks Internacional, una de las diez marcas de vinos más reconocidas y admiradas del mundo (junto a otras dos marcas españolas: Torres y Vega Sicilia). Se trata de un ranking prestigioso en el que participan varios Masters of Wine, enólogos, críticos de vino, distribuidores, compradores y analistas.
Pero esta gran noticia –por la que felicito, especialmente, al director general comercial del grupo, José Luis Muguiro; y al enólogo, Francisco Hurtado de Amézaga) se complementa con otras muchas y sustanciosas novedades.
Así, en su Ciudad del Vino de Elciego (Álava), presidida por el Hotel Marqués de Riscal, emblemático edificio de Frank Gehry y uno de los símbolos del turismo enológico del mundo, se ha habilitado una nueva nave para vinos top, donde se distribuyen 26 tinos de madera en los que ya descansan, desde esta vendimia, sus vinos de alta gama: el Barón de Chirel, el Finca Torrea y el Gran Reserva.
Tras la adquisición en 2010 de Marqués de Arienzo, junto a más de 300 hectáreas de viñedo en la propia Rioja Alavesa, Marqués de Riscal ha abandonado su histórica especialización en reservas y grandes reservas para internarse en el mercado de los crianzas. Los primeros tintos etiquetados como Marqués de Arienzo elaborado por Marqués de Riscal son de la añada 2007.
Aula Marqués de Riscal
Esta operación de compra ha servido también para que Marqués de Riscal se inicie en las labores de enseñanza para los profesionales, a través de la ya existente Aula Marqués de Arienzo (por la que pasaron 14.000 alumnos desde 1991) ahora convertida en Aula Marqués de Riscal. Allí se seguirá con la labor de difusión del conocimiento vinícola y del tratamiento que recibe en la hostelería y la restauración, encabezada por su primer director, Rafael Ruiz.
También Marqués de Riscal ha presentado su nueva página Web, con un diseño más sencillo, y concebida, según el director de comunicación del grupo, Ramón Román, “para que los usuarios nos cuenten cosas y facilitar la interacción con ellos”. Asimismo, se pueden realizar reservas en el Hotel Marqués de Riscal o participar en videocatas con los vinos de la empresa.
Un gran menú supervisado por Francis Paniego
Para celebrar todas estas noticias disfrutamos el otro día de un almuerzo en el Hotel Marqués de Riscal, diseñado por su responsable gastronómico, Francis Paniego y en el que tomamos, sucesivamente: teja de semillas y palitos de aceituna negra; corte de queso, miel y trufa, sobre un canto del río Oja; la croqueta del Echaurren, soufflé de queso de Idiazabal y aceite de Arbequina ecológica; cuajada de foie gras con caviar de vino tinto; arroz caldoso de bacalao y cocochas; láminas de bacalao ligadas con pil-pil sobre pimiento verde y cebolla confitada; solomillo de ternera sobre pastel de patata y cebolla. Terminamos con: dados de piña salteados con mouse de caramelo helado y leche de coco; y mouse de yogur con crema de frutos rojos. Para beber, tres vinos del Grupo: el blanco de Rueda Finca Montico, y los grandes tintos Finca Torrea y Barón de Chirel.
La oferta gastronómica del Hotel ha experimentado una gran transformación en los últimos años. Bajo la asesoría general del riojano Francis Paniego, con sede en El Portal de Echaurren de Ezcaray, se distribuye principalmente en dos restaurantes: el Marqués de Riscal y el Bistró 1860, ubicados en el corazón de la bodega y que representan la armonía perfecta entre tradición y modernidad. Y otra alternativa es El Jardín del Chef, con bellas vistas sobre los viñedos y el pueblo medieval de Elciego.
Símbolo de la viticultura y la enología españolas
La bodega de Marques de Riscal en Elciego tiene capacidad para acoger hasta ocho millones de botellas, aunque la producción (de la que el 60% se exporta) no llega a tanto. La empresa riojana siempre ha sido pionera y referente del sector.
Desde sus orígenes, en 1858, no ha parado de reinventarse y ahora vuelve a hacerlo una vez más. Comercializa sus productos en un centenar de países, donde ejerce como uno de los símbolos de la viticultura y la enología españolas. Más de siglo y medio de trayectoria avalan este proyecto, que sigue sorprendiéndonos constantemente.
