Dos grandes personajes de nuestra sociedad actual acaban de incorporarse como Académicos de Número a la Real Academia de Gastronomía. Se trata de dos hombres de proyección universal, dos grandes amigos que, en 2010, colaboraron para la editar un libro único: “La cocina de la salud”, editado por Planeta con el subtítulo de “El manual para disfrutar de una comida sana”.
Ambos comparten su origen catalán. Sus nombres: Ferran Adrià, el gran maestro universal de la cocina de nuestro tiempo; y Valentí Fuster, un número uno de la investigación, de la ciencia y el mejor cardiólogo del mundo.
Ferran –reconocido internacionalmente como el cocinero más influyente de la última década y cuyo restaurante, elBulli, reabrirá sus puertas como elBulliFoundation en 2014– ha ejercido como referencia gastronómica para aspirantes a cocineros procedentes de todos los rincones del planeta. También se ha implicado en proyectos investigadores y docentes tan apasionantes como la Fundación Alicia o la Cátedra Ferran Adrià de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, que me honra dirigir.
Valentín, doctor en Medicina y Cirugía, es una autoridad planetaria en materia de enfermedades cardiovasculares y está al frente del Hospital Mount Sinaí de Nueva York y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Sus investigaciones sobre el origen del infarto de miocardio le valieron en 1996 el Príncipe de Asturias de Investigación.
Ha asumido la presidencia de la nueva fundación SHE (Science, Health and Education) y es una de las personalidades de la sociedad norteamericana más implicadas en la lucha contra la obesidad infantil. La Real Academia de Gastronomía tiene firmado un Convenio de Colaboración con la Fundación SHE.
La Real Academia de Gastronomía se enriquece con la presencia de estas dos personalidades que tanto han contribuido a prestigiar la cocina, la alimentación saludable y la gastronomía española en su sentido más amplio en todo el mundo y que, además, han sabido aunar fuerzas en una labor de divulgación muy necesaria para trasladar la forma más saludable de acercarse a la buena mesa.
