Navidad y turrón forman un binomio inseparable en la gastronomía española. Entre recetas clásicas y propuestas cada vez más creativas, el Mejor Turrón Creativo de 2025 ha sorprendido al jurado con una elaboración que mira al pasado: un turrón inspirado en el carajillo, una de las bebidas más populares de la posguerra, creado en Barcelona.
Un turrón ganador con aroma de memoria
El título al Mejor Turrón Creativo de 2025 ha recaído en L’Atelier Barcelona, gracias a su creación Brandy Smoke, una receta firmada por el pastelero Eric Ortuño, que ajustó los últimos detalles apenas unas horas antes del campeonato.
El certamen, organizado por Torrons Vicens, celebró su segunda edición en Agramunt, cuna histórica del turrón, donde los finalistas se enfrentaron a una cata a ciegas que confirmó que tradición y creatividad pueden convivir sin complejos.
Brandy Smoke: el carajillo convertido en turrón
El turrón ganador es un homenaje explícito a sabores cotidianos de la España del siglo XX. Su composición recuerda al carajillo clásico, una mezcla que durante décadas fue refugio de bares, talleres y sobremesas:
- Ganache de café de El Magnífico
- Nata ahumada de Rooftop Smokehouse
- Brandy Torres 20 años
- Caramelo salado con vainilla
- Crujiente de avellanas de Can Galderic, ahumadas a la leña
Una combinación que evoca calor, energía y memoria colectiva, transformada ahora en un turrón contemporáneo con vocación internacional.
Un premio que abre las puertas al mundo
Además de los 5.000 euros del galardón, el premio incluye la comercialización internacional del turrón a través de la red de tiendas de Torrons Vicens, lo que permitirá que esta creación barcelonesa llegue a mercados de todo el mundo.
L’Atelier Barcelona no es ajeno al reconocimiento: recientemente también se alzó con el premio a la Mejor Tarta de Chocolate de España, consolidando su posición entre los obradores más influyentes del país.
El jurado destacó el alto nivel de esta edición. El segundo puesto fue para Arnau Triola, con su nougat de marcona con cítricos, mientras que Noelia Escobar logró el tercer premio con un turrón tipo cookie.
Aun así, el Brandy Smoke se impuso por la personalidad, coherencia y profundidad cultural de su propuesta.
El carajillo y la posguerra: mucho más que una bebida
Aunque el carajillo no nació en la posguerra, fue entonces cuando se convirtió en un símbolo cotidiano. Café y licor servían para combatir el frío, el cansancio y la escasez. Como refleja Joaquín Sabina en De purísima y oro:
“Para el socio del limpia un carajillo,
para el estraperlista dos barreras…”
Más allá de la literatura, el carajillo fue un ritual compartido en una España marcada por la supervivencia. Ese imaginario es el que hoy reaparece, reinterpretado, en forma de turrón.
Un concurso que impulsa la innovación del turrón
El Campeonato Nacional al Mejor Turrón Creativo, impulsado por Torrons Vicens, nació con la voluntad de renovar el discurso del turrón sin perder su raíz. El jurado valora:
- Sabor
- Textura
- Corte
- Presentación
- Originalidad
En su primera edición, celebrada en 2024, el premio fue para Texturas de Madagascar, de Marcos Díaz, una propuesta centrada en la vainilla.
El Brandy Smoke demuestra que la creatividad no siempre mira al futuro: a veces basta con reinterpretar la memoria colectiva para crear algo nuevo. Un turrón que sabe a café, a brandy y a historia, y que convierte la posguerra española en un dulce contemporáneo con acento barcelonés.
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