En una conversación a tres voces, en el escenario de la segunda jornada de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se desarrolla por estos días en IFEMA Madrid, Don Rafael Ansón, presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG); Antonella Ruggiero, directora de la AIBG y Juan Carlos García Granda, Ministro de Turismo de Cuba, debatieron sobre la reciente nominación de La Habana como capital mundial de la coctelería y del presente y futuro del gremio.
Antonella Ruggiero: Qué significado tiene para el Ministerio de Turismo, para la propuesta turística de La Habana en general, haber recibido esta distinción de nuevo?
Juan Carlos García Granda: Es un verdadero honor lo cual trataremos de honrar, es un reconocimiento a esos humildes hombres que día a día luchan con amor por mezclar rones y productos para la satisfacción como dijo su presidente, de muchísimas personas.
Antonella Ruggiero: Lo ratifica La Habana porque ya lo era en el 2018, si no me equivoco, con lo cual tiene mérito suficiente para seguir siendo la capitalidad iberoamericana de la coctelería, ¿cómo puede esto suponer un impulso o podría suponer un impulso para el propio sector?
Juan Carlos García Granda: Todo reconocimiento ayuda a la recuperación, yo lo que creo que el reconocimiento posiciona como un atributo indispensable del destino Cuba, su coctelería.
Antonella Ruggiero: ¿Por qué una capitalidad de la coctelería?
Rafael Ansón: La coctelería se ha puesto de moda, porque permite las relaciones humanas, si uno se sienta en una mesa en un restaurante se pone a hablar de cosas complicadas, si toma un cóctel habla de lo que le divierte o de lo que le interesa, por lo tanto yo defiendo mucho el cóctel como un encuentro de amistad, de relaciones humanas, de relaciones personales. Y Cuba, porque en Cuba queda la cultura de la coctelería. No solamente te da el cóctel, el cantinero te atiende, te explica, te cuenta, te introduce en el mundo de Cuba y de la coctelería y por otra parte tiene dos de los mejores cócteles del mundo que son el mojito y el daiquirí.
Antonella Ruggiero: Las capitalidades suelen ser muy buenas oportunidades para formación del sector, podríamos pensar también en mejorar o hay alguna oportunidad de mejora del oficio que ya, digamos, está muy profesionalizado.
Juan Carlos García Granda: En Cuba existe la Asociación de Cantineros de Cuba, que es una organización que funciona, que su principal objetivo es capacitar, es mantener la tradición, es crear las condiciones para que se mantenga esa cultura de producir cócteles, lo demuestra que constantemente se siguen produciendo nuevos cócteles, anualmente se generan cócteles, algunos que llegan a posicionarse un poco mejor, otros menos, pero el hecho de la creatividad realmente se mantiene. No se vive solo de los cócteles ya famosos sino que el cantinero mantiene su orgullo de él tratar de poner para la posteridad un cóctel. El cóctel tiene una cosa que no lleva el nombre del cantinero, es una creación linda, anónima, la persona se despoja de su nombre, crea y lo que le queda es el orgullo de haber creado ese proyecto.
Rafael Ansón: los cantineros tienen que aprender qué comida dar con cada cóctel, eso es fundamental la armonía con la comida, beber con el estómago vacío es malísimo.
