En la ciencia a veces no todo es tan exacto. Pero, lo cierto, por ahora, es que el queso vuelve a dar razones por las que tenerlo sobre la mesa. Esta vez ha sido la revista médica Neurology con su más reciente estudio, el cual sugiere que comer más queso y crema con alto contenido de grasa podría ayudar a un menor riesgo de desarrollar demencia.
La investigación, realizada en Suecia y basada en el seguimiento de casi 28.000 personas durante más de dos décadas, echa por tierra la creencia de que las dietas bajas en grasa son siempre ideales. Aquí la filosofía es que motiva todo lo contrario, al menos para el cerebro.
No obstante, los autores subrayan que se trata de un estudio observacional. La dinámica analizó durante 25 años los datos de 27.670 adultos con una edad media de 58 años al inicio del estudio. Los participantes formaban parte del proyecto Malmö Diet and Cancer y fueron seguidos durante un promedio de 25 años. El resultado arrojó demencia solo en 3.208 personas.
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¿Cuánto queso comían los participantes y cómo se hizo el estudio?
La regla era que los participantes registraran su alimentación durante una semana completa y respondieran cuestionarios detallados sobre la frecuencia de consumo de distintos alimentos en los años previos. Los detalles son también necesarios, por eso debían indicar cómo preparaban sus comidas, lo que permitió a los investigadores analizar con mayor precisión su patrón dietético.
De ahí sacaron las primeras comparaciones: quienes consumían al menos 50 gramos diarios de queso con alto contenido de grasa —más del 20 %— versus aquellos que ingerían menos de 15 gramos al día. Para tener una idea: 50 gramos suponen aproximadamente 2 lonchas de queso cheddar o media taza de queso rallado. El resultado fue que el 10% de los consumidores habituales desarrolló demencia, mientras un 3% los que apenas lo consumían.
Luego, atendiendo a factores como edad, sexo, nivel educativo y calidad general de la dieta, los investigadores concluyeron que el grupo con mayor consumo de queso rico en grasa presentaba un 13 % menos de riesgo de desarrollar demencia. Un porcentaje que en materia de demencia vascular, alcanzaba un 29 % menos del riesgo.
El consumo de la crema para el cerebro
En cuanto al consumo de crema con alto contenido graso, el estudio determinó que quienes ingerían al menos 20 gramos diarios —aproximadamente una o dos cucharadas— tenían un 16 % menos de riesgo de demencia en comparación con quienes no.
No obstante, el consumo de lácteos bajos en grasa, leche entera o desnatada, mantequilla ni productos fermentados como yogur o kéfir no ofreció indicadores relevantes.
Dado el formato observacional de la investigación y que no todos los lácteos son iguales, ni los organismos, estas conclusiones precisan mayor profundidad. De manera que ahora el reto es identificar qué componentes concretos del queso o la crema podrían estar detrás de esta asociación, antes de aseverar que los lácteos previenen la demencia. De hecho, toda la hipótesis contrastan con un argumento biológico comprobado que alude a que: el exceso de colesterol en el cerebro produce un mayor riesgo de ictus y al desarrollo de las proteínas beta amiloide y tau, muy vinculadas al alzhéimer.