La relación entre Coca-Cola y México siempre ha tenido un fuerte componente emocional. Ahora, la compañía da un paso más en esa conexión con la inauguración de su primera House of Coca-Cola, un espacio propio ubicado en la avenida Masaryk, en Ciudad de México, que redefine la manera en que la marca se presenta ante el consumidor.
Tras más de tres años de trabajo interno, Coca-Cola apuesta por un formato que va más allá del punto de venta tradicional. House of Coca-Cola combina degustación, personalización, retail y cultura pop, y se concibe como un punto de encuentro permanente, abierto todos los días.
“Es un proyecto que llamamos House of Coca-Cola, la casa de Coca-Cola”, explicó Ulises Ramírez, vicepresidente de Coca-Cola para Latinoamérica.
México, el país elegido para un proyecto piloto
La elección de México no es casual. La marca cumple 100 años de presencia en el país en 2026, y el vínculo cultural con los consumidores mexicanos ha sido clave para convertir esta tienda en un proyecto piloto a nivel global.
Según Ramírez, la energía de Ciudad de México y su capacidad para adoptar nuevos formatos fueron determinantes para lanzar este concepto que busca generar una relación cotidiana con el consumidor, más allá de campañas puntuales como la caravana navideña, Coke Studio o festivales musicales.
La barra: el corazón de la experiencia
Con más de 500 metros cuadrados, House of Coca-Cola sorprende desde el interior. En la planta baja, una barra central actúa como eje del concepto. Allí se sirven bebidas que no existen en ningún otro punto de contacto de la compañía.
El visitante puede probar desde la Coca-Cola original tal como se servía en 1886, hasta mezclas inspiradas en recetas internacionales o creaciones especiales que cambian cada mes. La carta reúne más de 20 bebidas a lo largo del año, además de recetas permanentes y ediciones temporales ligadas a fechas clave.
Para diseñar esta oferta, el equipo trabajó durante más de un año con el centro de desarrollo y el área de Human Insights, analizando cómo y cuándo consumen bebidas los mexicanos según el clima, el momento del día o celebraciones culturales.
Merchandising, personalización y diseño local
La planta alta está dedicada al merchandising oficial, concebido como un laboratorio creativo. Playeras, sudaderas, vasos y piezas coleccionables se renuevan constantemente, muchas de ellas con un marcado sello mexicano que no se encuentra en tiendas de otros países.
Además, los visitantes pueden personalizar latas y botellas con su nombre o mensajes cortos, reforzando la sensación de pertenencia. Todo el diseño interior está pensado para invitar a quedarse, explorar y convivir.
“Queremos que la gente sienta este espacio como su casa”, señaló Ramírez.
Experiencia antes que venta
House of Coca-Cola no busca competir con el retail tradicional ni reemplazar tiendas de conveniencia. Su objetivo es otro: crear una experiencia memorable, basada en curiosidad, nostalgia y conexión emocional.
La marca planea activaciones durante todo el año, vinculadas a hitos culturales como Navidad, eventos deportivos o lanzamientos especiales. El proyecto se concibe como una apuesta a largo plazo, con un enfoque de aprendizaje antes de escalar el modelo a otros mercados.
En cuanto a precios, la estrategia es clara: accesibilidad sin presión de compra. El espacio está pensado para que cualquiera pueda entrar, explorar y disfrutar, incluso sin consumir.
La pregunta es inevitable: ¿por qué visitar House of Coca-Cola si una Coca-Cola se consigue en cualquier esquina?
La respuesta está en la experiencia. La bebida es la misma, pero el contexto cambia: combinaciones exclusivas, productos inéditos y un espacio diseñado para celebrar una relación centenaria entre una marca y su público.
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