Por los caminos de la identidad cubana y todo su caudal anduvieron las Mujeres del Vino en su más reciente cita con el placer y el saber sibaritas; tomando como sede esta vez el restaurante-escuela Arte Chef, sede de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba y Miembro de la Asociación Mundial de Sociedades de Chefs. En dicho espacio especializado en cocina cubana e internacional las féminas disfrutaron de una cena-show protagonizada por el titular Carlos Cesar Blanco.
De tal modo la actividad dio inicio con un intervalo que con mucho tino los organizadores denominaron “El Arte y los Secretos del chef a la Vista”, fue así que la confección de los platos a probar y maridar acapararon en su preparación la atención de las amantes del vino.
Por su parte el segundo momento estuvo caracterizado por la degustación de un rico menú tradicional, experiencia aunada con vinos españoles, todo aderezado con la iniciativa de chef y sommelieres que pusieron a consideración de los asistentes nuevos guiños culinarios de conjunto con vinos españoles en práctico ejercicio de Maridaje y Assamblage.
Así pues el encuentro demostrativo comenzó con una merecida alabanza a la salsa criolla, conocida por muchas de las asistentes y amas de casa cubana como sofrito, un preparado que de por sí es la base característica del sabor cubano en la isla y el exterior.
Marcado énfasis se le otorgó a los nuevos modos de asumir y valorar un plato indiscutiblemente autóctono como el arroz con pollo o los tan asimilados garbanzos. Acentuación exclusiva también recibieron las más recientes tendencias de confección culinaria, los modos de saborizar a partir de hierbas aromáticas y medicinales, además de los gradientes de sal y azúcar más recomendables para nuestro bienestar, sin que su cuidado atente a contra el verdadero sabor.
De tal modo la apertura al paladar estuvo protagonizada por Selectos Montaditos de tomate natural al aroma de ajo y aceite de los colonos catalanes; posteriormente unos Típicos garbanzos a la Criolla con chorizo, cerdo y jamón vestidos con Cilantro y perfumados con vino blanco en nido de frijolitos chinos se maridaron de manera notablemente interesante con un Genolí, Viña Ijalba, DOCa Rioja 2011, 100% Viura y la muy distintiva cualidad de ser netamente Ecológico.
Después un Jugoso arroz con pollo adornado con mirepoix, pimientos rojos, guisantes y juliana fina de jamón y el recuerdo de vino tinto acompañado a su vez por un Envite Bodegas San Prudencio, Álava, DOCa Rioja, Crianza 2008 que mixturaba 60% Tempranillo, 25% Garnacha, 15% Mazuelo, y de 16 meses barrica francesa y americana, incitó debates y múltiples apreciaciones.
A modo de postre volvió el ansia de tentar las tipicidades con un Flan de la casa sobre Biscuit en pintura de chocolate negro y cubano con elixir de ron se convirtió en magnífico colofón, antecesor del final feliz que marcara un Café auténticamente criollo.
VIAJE A LA SEMILLA
Transculturación y sincretismo han definido la culinaria cubana en todos los sentidos. Las múltiples interacciones de su cultura, el ir y venir de colonos y colonizados, seres buscando fortuna allende los mares y arribando a esta tierra peculiar y tórrida ha definido que la cocina de la mayor de las Antillas sea harto rica y variada, con sellos de prácticamente todos los continentes pero con la marcada distinción que le ofrecen sus especias y modos de cocción, su amor por lo natural, las tradiciones familiares que perduran…
Una desmitificación de cuanto se ha dicho acerca del “no-posible” maridaje entre la comida criolla y el vino fue este almuerzo. Aprendizaje sobre otros modos de hacer y sentir, de proponer, validando lo propio y agregando lo ajeno, dieron lugar una mística muy particular que, sin dudas, apasionó a todos los presentes, esta vez no solo mujeres, sino también sommelieres masculinos, cantineros y especialistas del sector del turismo.
Reconocimiento especial llevo también la constante búsqueda de saberes y apropiaciones interculturales de Miriam Alfonso Sosa, sommelier profesional y promotora principal del Club de Mujeres del Vino. De igual manera un sentido agradecimiento recibieron chefs, dependientes y el resto del personal especializado que apoyara en el encuentro, en especial Eddy Fernández Monte, Presidente de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba. Y sobre todo fue aplaudido el apoyo de la empresa Duprasa Foods, valiosísimo aporte para que la cita gozara de vinos de mucho carácter y distinción.
Asimismo la reafirmación de esta como una bebida que enerva los sentidos, exalta una comida y la lleva hacia un superior deleite, definió el convite; como también lo hiciera la probada certeza de nunca sacrificar la comida cubana en su intención de acercarla a un vino determinado, sino buscar el maridaje desde sus individualidades y características propias en donde cada pieza siempre lleve, como en esta ocasión, a un indetenible encanto superior.
