La chef Maddy Goldberg demuestra que la alta cocina también puede ser sostenible. Con ingredientes rescatados de restaurantes y donaciones, elabora platos gourmet para más de 100 personas cada semana en el York Fort Food Bank, convirtiendo el desperdicio alimentario en una herramienta de cambio social.
Hija de migrantes mexicanos, Landa creció viendo como la cocina sirve como arma de inclusión social. También han sido reconocidas la labor de João Diamante en el desarrollo social de las favelas de Río de Janeiro, y de Matthew Evans, por su trabajo en sostenibilidad alimentaria en Tasmania.
Explora cómo chefs iberoamericanos están reinventando la cocina marina con técnicas ancestrales, producto local y sostenibilidad, desde Galicia hasta el Caribe y el Pacífico.