Sloppy Joe’s Bar de Cuba acrecienta su seducción en el turismo nacional

Creado: Jue, 24/08/2023 - 08:57
Autor:
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Yuri Muñoz
Categoría
Sloppy Joe’s Bar de Cuba

El mítico Sloppy Joe’s Bar de Cuba, que en abril pasado cumplió una década de reapertura, acrecienta hoy su seducción en el turismo nacional, que se siente atraído por la alta calidad del servicio y los asequibles precios que propone al cliente, informaron en esta capital fuentes de la instalación.

Yandro Vera Peñalver, bartender del legendario establecimiento ubicado en la esquina de las calles Zulueta y Ánimas en La Habana Vieja y fuera muy popular en la década de los años veinte del siglo pasado, declaró a Excelencias Gourmet que en estos momentos los principales clientes del local son cubanos y superan al extranjero en una escala de seis a uno.

El emblemático bar, que dispone de una barra de 18 metros de longitud, resulta sumamente atractivo para el turista del patio debido en gran medida al bajo costo de los productos que se expenden, respecto a otros sitios similares del Centro Histórico de la ciudad y de otros ubicados en diferentes municipios de la ciudad capital, afirmó el también cajero.

No obstante, reiteró, nuestra instalación nunca deja de seducir al visitante internacional, pero debido a que es temporada baja hoy acuden menos que después del 1 de noviembre, en que comienza a crecer la entrada de viajeros foráneos, pues se inicia la llegada alta del exterior.

Según Vera Peñalver, se expenden entrepanes y tapas como fajitas de pollo, jamón Serrano y queso, sándwich de pollo y el de la casa, compuesto por carne de res, y baguets de atún y queso, entre otras, que tienen gran aceptación en el público que visita el centro, fundado en 1917 por José García, un español emigrante que había llegado a la isla caribeña en 1904.

Otros atrayentes encantos radican en la coctelería nacional e internacional que se comercializa, así como el coctel de la casa, denominado Sloppy Joe’s, que no deja de solicitarse por el público, principalmente de nuestro país y conocedor de lo que demanda, significó este joven cantinero orgulloso de laborar allí. 

Recordó asimismo el bartender que la treintena de trabajadores de la casa, que surgió en el período en que se proclamó la Ley Seca en los Estados Unidos y Cuba, y cuyo promedio de edad oscila hoy entre los 30 y los 40 años, mantiene la inmediatez y el servicio de alta calidad desde que se reinauguró en 2013.

Vera Peñalver refirió además que el icónico Sloppy Joe’s se destaca actualmente también por trabajar la semana entera en el horario que se extiende de 11:00 de la mañana a 11:00 de la noche, brindando siempre lo mejor para continuar atrayendo al visitante.

El bar reabrió en 2013 con la presencia del difunto Eusebio Leal, historiador de La Habana, casi cinco décadas después de haber sido clausurado, devolviendo a la urbe el lugar donde se reunían famosos artistas, comerciantes y hasta mafiosos estadounidenses antes de la Revolución de 1959.

La barra, considerada una de las más largas que se conozcan con 18 metros de longitud, fue inmortalizada en 1959 en la película británica “Nuestro hombre en La Habana”, producida y dirigida por Carol Reed, al frente de un reparto encabezado por Alec Guinness, Burl Ives, Maureen O'Hara, Ralph Richardson, Noël Coward y Ernie Kovacs.

Conforme a periódicos de la época, Richard Dix, el parco actor de la cinta Cimarrón fue uno de los primeros en visitar el lugar, seguido por Clark Gable, Spencer Tracy, Don Ameche, Alice Faye, Tyrone Powers, John Wayne, Alec Guinness y Noel Coward, entre otros.

También fue visitado en la época por celebridades como los actores Frank Sinatra, Ava Gardner, Errol Flynn, John Barrymoore, el cantante y pianista estadounidense de jazz Nathaniel Adams Coles, más conocido como Nat King Cole, el escritor Ernest Hemingway, y el célebre humorista mexicano Mario Moreno Cantinflas, así como Armando Manzanero, Marco Antonio Muñiz y José Feliciano, entre otras personalidades de la época del universo artístico y cinematográfico.

Fabio Delgado Fuentes, un barman cubano que laboró en el Sloppy, creó 33 cocteles, uno especialmente dedicado al popular actor norteamericano Errol Flynn, el “Martini Special”, que pronto trascendió a la historia de la coctelería internacional.

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