México. A consecuencia de la crisis económica y su impacto en las finanzas personales, las familias de este país destinan hasta el 50 por ciento de su ingreso a la compra de comida, sin la posibilidad de ahorrar o enfrentar sus deudas financieras.
Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, en el 2006 las familias dedicaban entre el 22 y 29% de sus ingresos a la compra de alimentos, sin embargo ahora muchas de ellas ocupan hasta el 50% en alimentos.
La actual crisis económica ya afectó de manera directa a las finanzas personales, fundamentalmente a las clases trabajadora y media del país, impactando también la distribución del ingreso.
Ante esa situación, se presentó en el congreso mexicano una propuesta de ley de ayuda alimentaria, la cual se basa en el apoyo de los patrones a los trabajadores a través de proporcionar comidas a sus empleados en comedores, restaurantes, u otros establecimientos, que podrán ser contratados por el patrón o por terceros mediante el uso de vales impresos o electrónicos.
También puede entregarse a través de despensas, modalidad bajo la cual se entregarán canastillas de alimentos vales de despensa en formato impreso o electrónico a los trabajadores, pero por ningún motivo la ayuda alimentaria se podría otorgar en efectivo.
