Para el chef Veimar Loyola no hay dudas: la cocina cubana también es gourmet, y nada le envidia al reputado patrimonio culinario de otros países, como México. Así lo expresó en un debate sobre cocina y medios de comunicación, celebrado en la Feria del Libro La Habana-2015, que dedicó esta jornada a la cultura alimentaria.
El afamado maestro, con más de 15 años de experiencia en la cocina fusión y de autor, reivindicó a sus colegas cubanos y rechazó ciertos prejuicios sobre lo gourmet, en particular aquellos que lo consideran algo elitista, inalcanzable y ajeno.
“Quienes asumen este placer desde su esencia hedonista, saben que lo importante no es llenarse, sino disfrutar una experiencia que también es espiritual, con una comida en la cual los excesos sean más bien artísticos”, afirmó Loyola. En particular resaltó la calidad y pureza de los productos disponibles en Cuba, caros pero naturales, algo cada vez más raro en el ámbito agrícola y gastronómico internacional.
“Es un placer que nos negamos por cierta visión equivocada de lo gourmet, y tanto los cocineros como los medios debemos contribuir a potenciar una cultura culinaria tan fuerte como la cubana”, enfatizó, a la par que reclamaba más y mejores espacios para difundir la rica tradición gastronómica de Cuba.
Loyola compartió con otros chefs, gastrónomos y comunicadores en un panel sobre la gastronomía en los medios de comunicación, y como todos, coincidió en que aún son insuficientes los programas dedicados a la cocina nacional, quizás porque la televisión aún minimizan su importancia cultural y social.
Los participantes admitieron que las propuestas nacionales no compiten en calidad con shows foráneos, a pesar de las potencialidades de la gastronomía cubana. Abogaron por una mayor especialización en aspectos como los tiros de cámara y la iluminación, la explotación oportuna de los sonidos, la percepción de los alimentos en pantalla, entre otros detalles.
Además, insistieron en los guiones y la capacidad del presentador, sea chef o mero comunicador, para crear empatías, educar y explicar si es preciso términos culinarios, sin caer en didactismos. En Cuba sentó cátedra hace años el programa Cocina al Minuto, conducida por Nitza Villapol, y desde entonces ningún programa ha calado.
