Preservar los alimentos y especialmente aquellos que se producen en un periodo limitado del año, fue siempre una aspiración que tuvo resultados positivos tempranos y, poco a poco, se ha ido perfeccionando hasta alcanzar el nivel actual, que es francamente satisfactorio.
La conservación de alimentos por el calor, envasados en recipientes herméticos es relativamente moderna, pero se ha conseguido que el control de las curvas, de temperatura y tiempo, haya permitido que las propiedades del alimento inicial no se alteren negativamente y además que los envases sean fáciles de abrir, lo que ha difundido su utilización.
La perpetuación de la carne nació cuando aun no se dominaba el uso del frío, y se generalizó cuando fue necesario abastecer a los soldados en campaña. Surgieron una serie de productos cárnicos, que primero fueron solo carne cocida, después se hicieron piezas enteras como el jamón de York y finalmente infinidad de platos preparados de alto nivel gastronómico.
Mejillones
Los pescados y mariscos han sido siempre un producto muy buscado por los conserveros, por el buen comportamiento que ofrecen, tras someterlos al proceso de preservación. Algunos pescados y mariscos se capturan en una temporada concreta, como son las “costeras” y se consiguen excelentes resultados, como lo demuestran las conservas de atún, sardinas, mejillones, etc.
También las frutas, las hortalizas y las legumbres han alcanzado un altísimo nivel en distintas presentaciones como es en el caso de las frutas las mermeladas, las macedonia o los frutos enteros en almíbar. Con las hortalizas, especialmente con las de fruto, como son el tomate y el pimiento, o las berenjenas hay una gran diversidad de presentaciones, y en algunos casos como sucede con el espárrago blanco el nivel de calidad alcanzado es extraordinario. En lo que respecta a las legumbres simplemente envasadas y cocidas, facilitan la labor del ama de casa y empleadas en la preparación de platos preparados, son la base de diferentes elaboraciones de la cocina tradicional.
Dada la importancia que ha tenido siempre la conservación de los alimentos, el Salón de Gourmets quiere darle la relevancia que se merece a las conservas. Hay que destacar que estos productos ocupan un espacio muy significativo en la feria, con un 13,1%, solo por detrás de los vinos, aceites y siguiendo muy de cerca al sector de los quesos. En esta ocasión, la XXVIII edición del SG contará con una extensa variedad de conservas entre las que se pueden distinguir las cárnicas, pescado, marisco, vegetales y frutas.
Además, los expositores tienen previstas diferentes actividades con las que dar a conocer sus nuevos productos y con las que el público podrá degustar estos manjares.
