Según un estudio de New Economics Foundation (NEF) y Ocean2012, sin las importaciones, Francia se enfrentaría a una escasez en el abastecimiento de pescado. El informe indica, asimismo, una dependencia creciente de Europa frente a otras regiones para el suministro de pescado y marisco.
En la actualidad, en Europa se produce un volumen de capturas un 25% inferior a los registros de 1993 como consecuencia de la disminución progresiva de las reservas y el aumento del consumo -en 2007, se consumían 17,1 kilogramos por año y persona, mientras que ese mismo ratio ascendía a nueve kilogramos anuales per cápita en 1960-.
Francia es el quinto consumidor de pescado en Europa, con 34,2 kilogramos por persona y año. Los autores del documento establecen la relación entre el consumo de pescado en el mercado galo, las capturas de sus pescadores en aguas nacionales y europeas y la producción doméstica de la acuicultura.
Las conclusiones del análisis apuntan que si el país dependiese únicamente de su producción, los consumidores no encontrarían más pescado a partir del 21 de mayo; es decir, tres semanas antes que el ejercicio anterior, y tres meses y medio antes que hace 20 años.
