Hubo reconocimientos para las bodegas Rodas, de Haro, y las jerezanas Rey Fernando de Castilla, pero la gala de los prestigiosos galardones Decanter, celebrada el pasado miércoles en la Royal Opera House y en la que se anunciaron los premios internacionales a los mejores vinos de todo el mundo, dejó boquiabiertos a todos al anunciarse que el ganador al mejor burdeos fue el vino chino He Lan Qing Xue Jia Bei Lan 2009.
Las cuatro primeras palabras se refieren al nombre de los viñedos, situados en la región de Ningxia, y las tres siguiente a la botella premiada. Es un vino que puede parecer «descompuesto o agreste a un paladar» educado en el placer del Château Lafite, que como los grandes vinos franceses no se presenta a estas cosas, pero los responsables del veredicto proclamaron su inocente deleite.
Steven Spurrier, presidente de la revista que entrega los premios y del jurado que los otorga, desveló que a la final llegaron siete vinos de burdeos. Cada uno de los cinco expertos que participó en la cata los valoró con puntos del uno al cinco. El peor fue eliminado en sucesivas rondas hasta que sólo quedó el chino.
Ningxia es una zona semidesértica del norte de China, donde las temperaturas oscilan entre los 20º en julio y los -9º en enero. El frío invernal puede ser extremo, así que los viñedos se cubren con tierra para protegerlos.
Pero un enólogo y profesor universitario, Li Demei, que durante cuatro años conoció la cultura del vino en Estados Unidos y luego recibió una beca para estudiar su producción en Burdeos, ha sido el artífice del milagro.
El caldo ganador envejece en barricas de roble nuevo francés y viejo americano, y está elaborado en su mayoría con cabernet sauvignon, un 15% de merlot y un mínimo porcentaje de una uva autóctona.
Spurrier organizó en París, en 1976, una cata a ciegas de vinos elaborados con variedades de uva de Burdeos (cabernet-sauvigon y merlot). El resultado causó conmoción al confirmarse que los mejores procedían de California. Se habló entonces de los vinos del 'Nuevo Mundo'. La directora de Decanter, Sarah Kent, recordó la noche del miércoles aquel suceso para referirse a la victoria china como el 'Nuevo Nuevo mundo'.
La invasión china en el mercado del vino, si un día llega, será lenta. La bodega ganadora produce un total de 100.000 botellas al año, y de ellas, sólo 13.000 son del Jia Bei Lan.
