A pesar de su extenso litoral y su importante industria pesquera, que busca potenciar, Brasil registra un saldo negativo en la balanza comercial de productos de la pesca, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El país, que posee cerca del 13% de agua dulce de la superficie del planeta, ocupa el vigésimo primer lugar en producción mundial de pescado (cerca de 800.000 toneladas anuales), con un consumo medio de 939.000 toneladas de pescado al año, tal y como apunta el informe ‘Perfiles de la industria procesadora de la pesca en Brasil’ de la Unión Europea.
Por este motivo, el Gobierno brasileño busca socios comerciales europeos para abastecer la industria pesquera de tecnología que le permita aumentar su producción, tal y como detalló recientemente el titular de la cartera de Pesca, Marcelo Crivella, en el marco del seminario ‘Acuicultura y Pesca, oportunidades de Negocio, Portugal-Brasil’ celebrado en la Universidad de Aveiro.
“Queremos encontrar socios que posean tecnología y que nos puedan ayudar a llegar a las 20 millones de toneladas de producción de pescado por año”, explicó Crivella.
Las importaciones pesqueras brasileñas están lideradas por las variedades de agua salada, destacando la compra de merluza, bacalao y atún. Al mismo tiempo, “existe un nicho para la exportación de ciertas especies cultivadas en la región como gamba, langostino, langosta y tilapa”.
Chile (27,1%), Noruega (21,6%) y Argentina (20,6%) encabezan el ranking de países proveedores de productos de la pesca censados. España, por su parte, ocupa la décimo primera plaza de la clasificación. Fuente: Marco Trade News
