La delegación de las Grandes Ligas que visitó Cuba esta semana no solo dejó su impronta en los diamantes beisboleros; pues Miguelito Cabrera se llegó a Sarao's Bar, y el fenomenal Clayton Kershaw aprendió a hacer daikirís en el Floridita. Otro aporte al rico palmarés de los dos únicos peloteros que han ganado la Triple Corona en el Siglo XXI...
Según la gente de Sarao's, el toletero venezolano llegó junto a Samuel Formell, director de los Van Van, e impresionó no solo por su físico, su historia y su imborrable sonrisa, si no por su sencillez. “Demostró ser el más grande entre los grandes, conversador y alegre”, le aseguraron a Excelencias Gourmet varios trabajadores del céntrico club.
Me siento feliz, orgulloso de estar aquí. Siento mucho respeto por los peloteros cubanos, nos había dicho el carismático slugger días atrás, en el Salón Vedado del Hotel Nacional. Ahí, el imponente Kershaw nos aseguró que vino por la curiosidad de entener mejor al cubano, su cultura, el origen de esa pasión que puede marcar la diferencia en el terreno.
El gigante rubio de los Dodgers rió con ganas al preguntarle si ya había saboreado un puro habano. “No, aún no, pero quiero conocerlo todo, ir más allá del cliché vintage”, nos dijo. Aún así, en su deambular habanero recaló en El Floridita, feudo del daikirí, y no dudó en saltar la barra para aprender los secretos de la bebida que aplacaba la sed de Hemingway.
El video de Kershaw batiendo el frappé para el emblemático trago, y brindándole la copa lista a un parroquiano, se ha vuelto viral en Internet. A su lado, los cantineros van indicándole los pasos, para rematar con la quincuagésima solicitud de “selfie” recibida por Kershaw en sus días habaneros. Y a todas ha respondido siempre con una sonrisa, sencillo...
Kershaw y Cabrera vinieron junto a directivos de la Major League Baseball (MLB) y otras estrellas de la Gran Carpa, incluido cuatro cubanos, para un intercambio académico que repercuta no solo en el desarrollo beisbolero de la isla, si no en una futura inserción legal y segura de sus peloteros en el fortísimo circuito estadounidense.
Los visitantes impartieron sendas clínicas para niños en los estadios Latinoamericano y Victoria de Girón, de La Habana y Matanzas, respectivamente. Además, conocieron templos del béisbol cubano, como la peña deportiva del Parque Central, donde también estuvo Joe Torre, el legendario ex-manager de los New York Yankees.
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Credito
Por: Charly Morales Valido
