La añeja magnificencia de una casona habanera acoge uno de los restaurantes más sui géneris del escenario culinario cubano, la Paladar Atelier, donde podría hacer una de sus cenas o almuerzos el presidente Obama durante su visita a Cuba.
Rindiendo honores al significado de su nombre, Atelier se ha convertido con en pocos años desde su creación, hace unos cinco, en un afinado “taller” de cocina de autor dispuesto siempre a complacer y a innovar.
El gusto exquisito por los detalles y una consagrada pasión gourmet fueron excelentes pretextos para crear este lugar inusitado, fruto del empeño y la capacidad de los hermanos Higuera Martínez (Héctor, Herdys y Niurys).
Desde el principio la apuesta estuvo clara: un estilo de autor que permitiese sustituir ingredientes y reinventar cada día el menú, según las materias primas disponibles en el fluctuante mercado.
“La carta varía permanentemente. Se hace en una tarjeta activa y se renueva casi a diario. Si no hay un producto, no lo ponemos en oferta”, confiesa Niurys, y añade que “todo cambia menos los trabajadores”.
En el logro de tal propósito ha sido clave el talento y dedicación del chef Michael Calvo, quien ha hecho gala de sus conocimientos en escenarios foráneos como Francia, Martinica y Curazao. “Todos me dicen que yo discuto más con Michael que con mi esposo”, comenta risueña, segura de que la calidad va de la mano de la exigencia.
La complicidad entre el cliente y el espacio –dice– es lo que más distingue a este restaurante, que en cada rincón hace un guiño romántico (y hasta nostálgico) al pasado.
La casa, una de las primeras construidas en el Vedado, perteneció al senador Vázquez Bello, quién llegó a ser presidente del parlamento.
Su decoración, reposadamente ecléctica, incluye muebles coloniales, copas de bacará, vasos con incrustaciones, piezas de cristal de bohemia, platos de porcelana alemana, candelabros… que reposan bajo un techo revestido de madera preciosa. Las terrazas absolutamente encantadoras, cómplices de la sensualidad de esta tierra caribeña, complementan una ambientación que repetidas veces sorprende.
“Queremos que quienes nos visiten coman y beban con cubiertos y una vajilla similar a la que pudo haber estado en su familia muchos años atrás”, explica.
Y para completar la experiencia, un servicio íntimo y cordial que hace sentir al cliente como en casa. “El sentido es que nuestros comensales no tengan la presión de un restaurante formal, donde todo debe ser correcto y de etiqueta, ni mucho menos que estén expuestos a un camarero invasivo, que cada cinco minutos intente venderle algo del menú”, alega Niurys.
Tal vez sea por eso que Atelier ya es hoy un destino predilecto por muchas personalidades del patio, así como artistas, gobernadores, senadores, empresarios… que llegan a la Mayor de las Antillas anhelando una comida excelente, bien presentada y con grandes matices de sabores. Sin embargo –aclara– a todos se les atiende como a un cliente más.
Al hablar del futuro, Niuys lo hace sin temores ni tapujos. Tampoco la asusta el nuevo escenario de la gastronomía cubana, con la apertura de restaurantes cada vez más competitivos. “Lo que tenemos que hacer todos es trabajar bien. Si un cliente viene por siete días a Cuba y come bien en siete lugares diferentes, tiene un motivo más para regresar al país. Así que lo puedes tener una segunda vez en tu restaurante”, argumenta.
La fórmula para lograrlo –concluye– es bien simple: que nunca falte el amor en lo que hacemos.
ATELIER Calle 5ta. No. 511 altos e/ Paseo y 2, Vedado, La Habana, Cuba.
+(537) 836 2025
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