Wal-Mart, la cadena de supermercados más grande de Estados Unidos, modificará miles de productos para volverlos más saludables e impulsará a sus proveedores a hacer lo mismo luego de sumarse a la campaña de la primera dama Michelle Obama contra la obesidad infantil.
Obama participó la semana pasada con ejecutivos de Wal-Mart del anuncio de la iniciativa en Washington.
La compañía planea reducir el sodio y el azúcar en algunos productos, construir tiendas en zonas pobres que no tienen supermercados, reducir el precio de las frutas y verduras y crear un logotipo para los artículos saludables.
"Ninguna familia debería tener que elegir entre la comida que es saludable y la que puede pagar'', dijo Bill Simon, presidente y director ejecutivo de la división estadounidense de Wal-Mart.
Por su posición dominante en el sector y su tamaño, Wal-Mart tiene la capacidad de influir en la dieta de la población.
Su división de supermercados es casi el doble de grande que la de su competidor más cercano en Estados Unidos, Kroger. La compañía también tiene una influencia muy grande en los productos que hacen sus proveedores.
Obama dijo que el anuncio ‘‘tiene el potencial de transformar el mercado y ayudar a los estadounidenses a poner comidas más saludables en sus mesas todos los días''.
"Realmente estamos logrando un impulso en este tema, estamos comenzando a ver que las cosas se mueven'', agregó.
Wal-Mart pretende reducir el sodio en una cuarta parte y eliminar el azúcar agregado en sus productos de marca propia para 2015. También descartará los ácidos grasos insaturados de producción industrial.
Se concentrará en productos como los embutidos, jugos de fruta y aderezos de ensalada, en que la gente no sabe que consume grandes cantidades de azúcar y sodio.
Además, Wal-Mart reducirá los precios de las frutas y verduras en $1,000 millones anualmente, a través de recortes a algunos costos en la cadena de producción.
Otras compañías han decidido en fecha reciente bajar la cantidad de sodio que contienen sus productos, tanto por la demanda de los consumidores como por la vigilancia más intensa de los grupos de defensa de la salud.
"Esto es un cambio de juego'', dijo Michael Hicks, profesor asociado de Economía en Ball State University y autor de un libro sobre el impacto económico de Wal-Mart.
