No solo el fútbol hermanará durante casi un mes a las personas de todo el mundo en Sudáfrica 2010, sino que también será un excelente momento para que los miles de aficionados de todo el mundo intercambien entre sí costumbres y además recetas.
Igualmente es una oportunidad excepcional la aproximación del universo a las comidas típicas africanas, poco publicitadas y en algunos casos consideradas hasta exóticas, pero lo cierto es que la cocina europea se nutre bastante de las raíces del continente negro.
No todos los equipos serán como el francés, que incluso ha pedido chefs especialistas en su cocina, aunque todos tratarán de mantener una buena alimentación para sus deportistas, sin por ello renunciar a probar platillos tradicionales africanos.
Así será, por ejemplo, con el pollo a la Peri-Peri, los Sosaties (especie de kebab de carne con salsa picante), el Potjiekos (guiso de verduras y carne), el Braai (carne asada) o el Biltong (carne seca y salada) muy utilizada por quienes hacen safaris.
Suráfrica, con más de 43 millones de habitantes, también tiene una variedad de marcas de cerveza de primer nivel, magníficos vinos en competencia con los reputados de Francia, España e Italia, y la singular Amarula.
En las concentraciones de los equipos, también destacan otros aromas diferentes pero igualmente del continente africano, como los de Camerún, con su típico Ndolé, un plato preparado con carne o pescado y acompañado de cacahuetes, y los cuscús de maíz con salsa de pescado.
Junto a los Leones Indomables, vale mencionar a las Aguilas Verdes de Nigeria, que gozan de comidas a base de ñame, plátano y sopa picante, con asados de hígado y carne, o el Kilishi, condimentado con carne seca y especias.
Los cameruneses también gustan del cocodrilo, de notable textura, y los nigerianos adoran como delicadeza culinaria a los antílopes. Y si alguien cree que eso no es muy válido, espere a ver a los australianos extrañando la carne de canguro.
Ghana ofrece sus pescados ahumados, el casabe fermentado, los Pintade (aves guineanas) y la cerveza Pito, en envases de calabaza, mientras Costa de Marfil pondera sus achequé, futú y attieke, con mandioca, plátano frito, carne o pescado y salsas de todo tipo.
De cualquier forma, la diversidad está asegurada con a los Coq au Vin y el Cannard fumé a la miel (pollo y pato, respectivamente) de Francia; las paellas y jamones de España; las pizzas de Italia, los asados de Argentina, las empanadas de Chile, el sushi de Japón, el chucrut con embutidos de Alemania, el shepard pie de Inglaterra, los tacos de México o el chivito de Uruguay.
Todos ellos llegarán con sus respectivos equipos o quizás se los encuentren allí mismo, porque no se puede olvidar que Suráfrica es un país que ha tenido a lo largo de su historia diferentes oleadas de inmigrantes llegados de todos los confines del mundo, ya sea Holanda, Inglaterra, Portugal, China o India.
Por ello el mundial no sólo será multicolor en los uniformes de los equipos o entre las gradas atestadas de fanáticos. También la mesa estará servida de colores y sabores diversos.
