Relais & Châteaux se compromete con la cocina, el producto ecológico y la artesanía local en su nuevo manifiesto

Creado: Dom, 15/11/2015 - 16:44
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Con 60 años recién cumplidos de historia y 540 miembros repartidos en 64 países de los cinco continentes, Relais & Châteaux es una de las asociaciones hosteleras más prestigiosas del mundo. Una marca de calidad y singularidad que engloba establecimientos únicos y muy diferentes entre sí y que no se define como una cadena sino como “una gran familia” de profesionales independientes unidos por una pasión común: la de ofrecer una experiencia global, que va más allá del lujo material y en la que intervienen el cuidado de los detalles, la búsqueda del bienestar absoluto y el verdadero espíritu de hospitalidad. En definitiva, hosteleros que comparten una particular visión de lo que es el arte de vivir como un conjunto de vivencias que despiertan los sentidos y enriquecen el espíritu del viajero.

EL MANIFIESTO
A los establecimientos Relais & Châteaux les caracteriza el encanto de una ubicación, decoración y arquitectura singulares,  las sensaciones de serenidad y de pertenencia que despiertan al entrar (incluso cuando se hace por primera vez), una excelente cocina y un servicio excepcional. Pero sobre todo les define al alma y el carácter de sus propietarios. Personas que conciben sus negocios como si fueran su propio hogar, que reciben y atienden con la calidez y el entusiasmo propios del mejor anfitrión y que inspiran a su personal a actuar con la misma generosidad y pasión. Así, en esa búsqueda colectiva del arte de vivir, los 540 miembros han firmado por primera vez en la historia de la asociación un Manifiesto con el que pretenden “poner en valor y preservar la diversidad de los establecimientos y luchar contra la excesiva estandarización hostelera en el mundo” apostando por  dos tradiciones que se han transmitido de generación en generación: la cocina y el arte de ejercer de anfitrión. Tradiciones que desde tiempos inmemoriales han contribuido a lo que los franceses llaman “L’Art de vivre”.

PRESERVAR LAS COCINAS DEL MUNDO
El Manifiesto Relais & Châteaux recoge 20 postulados mediante los cuales los hosteleros se comprometen, para empezar, a ofrecer una cocina que represente el ámbito natural, cultural e histórico de cada lugar para ilustrar la diversidad de las cocinas del mundo. Para ello se promoverán los oficios artesanos y la alimentación saludable, se utilizarán materias primas locales de temporada tratando de reducir al máximo el desperdicio de alimentos y se favorecerá al pequeño productor apostando por productos obtenidos de una pesca responsable y de un cultivo ecológico, sin químicos ni modificaciones genéticas. En este sentido, muchos de los establecimientos se están esforzando además por tener sus propios huertos, corrales e incluso vinos y cervezas de producción propia.

FOMENTAR EL TURISMO RESPONSABLE
El Manifiesto Relais & Châteaux defiende además el turismo responsable ayudando a conservar la biodiversidad agrícola y marítima y las industrias alimentarias de cada región. Pero también apostando por prácticas que ayuden a reducir el impacto de los establecimientos en el medio ambiente y el clima mediante el uso responsable de la energía, el agua y los recursos alimenticios. En definitiva, la sostenibilidad como un pilar fundamental de los negocios.

CULTIVAR LAS RELACIONES HUMANAS
Con todo, el objetivo del Manifiesto es defender la singularidad de las propiedades de Relais & Châteaux y de la cultura local a través del paisajismo, la decoración, la arquitectura, el arte de la buena mesa y, muy especialmente, de las relaciones humanas. “Nos comprometemos a promover un diálogo continuado con el pequeño productor, a recibir a nuestros huéspedes como amigos y a ofrecer a nuestro personal buenas condiciones de trabajo y de remuneración que los motiven a compartir plenamente nuestra filosofía”.

TRABAJAR HACIA UN MUNDO MEJOR
Todos estos compromisos se enmarcan en una lucha que los 540 pretenden compartir a nivel mundial a través también del intercambio de conocimientos. Por eso se han comprometido también a crear programas de formación e integración de los jóvenes y de los gremios de artesanos en cada localidad, así como a colaborar  con entidades sociales para campañas de reforestación y de protección del medio ambiente o de los colectivos más desfavorecidos.

Y es que, aseguran en el Manifiesto, “buscamos convertir las artes del saber vivir en Patrimonio Intangible de la Humanidad y elevarlas al rango de Décimo Arte contribuyendo así a construir un mundo mejor por medio de la cocina y de la hospitalidad”.
 

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