La Divina Pastora, un restaurante ubicado en el complejo histórico Morro-Cabaña, declarado Patrimonio de la Humanidad, reabrió este semana sus puertas en La Habana tras una remodelación encaminada a convertir al lugar en uno de los mejores espacios gourmet de la capital cubana.
La Divina Pastora, ubicada donde otrora estuvo enclavada una de las baterías de cañones coloniales que custodiaba la entrada de la bahía, se haya al pie del Castillo de San Carlos de La Cabaña, la mayor fortaleza militar construida por los españoles en el Nuevo Mundo.
El restaurante fue completamente remodelado respetando sus características históricas, según explicó en la inauguración Frank Oltuski, vicepresidente de mercadotecnia del Grupo Gaviota, al cual administra el Complejo Morro-Cabaña, que además de ambos museos cuenta con los restaurantes La Tasca, Los Doce Apóstoles y Los Marinos.
Además de su arquitectura sui géneris, que corresponde a un antiguo enclave militar que además sirviera como fábrica para las cureñas de los cañones, en La Divina Pastora, abierto como restaurante por primera vez en 1989, se utilizaron otros elementos coloniales como las baldosas del piso, rescatadas del buque San Antonio, hundido hace más de un siglo en la entrada de la bahía de La Habana.
La Divina Pastora ofrecerá una carta menú de comida internacional, fundamentalmente de pescados y mariscos, pero a tono en presentación, elaboración y servicio con los mejores estándares gourmet, según se explicó en la presentación del sitio, presidida por Carlos Latuff, vicepresidente ejecutivo primero del Grupo Gaviota.
Además de su excelente cava de vinos y una comida deliciosa, que incluye platos presentados en la inauguración como el Mar y Tierra Especial San Carlos de La Cabaña o el Arroz Marinero de La Divina Pastora, el lugar cuenta con una privilegiada vista hacia la ciudad de La Habana y una atención de primera calidad.
