Amor e historia confluyen en nueve hectáreas, en un sitio como tocado por la gracia de San Valentín y ubicado por sortilegio en el centro de la playa de Varadero, destino convencional más relevante del turismo cubano, distante unos 140 kilómetros hacia el este de La Habana.
Creado como verdadera maravilla para el recreo y la meditación, rodeado de flores y una vegetación exuberante, donde confluyen centros gastronómicos que hacen las delicias de cualquier gourmet, o exigente enamorado: Josone reconforta los sentidos, inspira cualquier poema y embellece los encuentros de cualquier naturaleza.
Paseo ineludible Desde el propio nombre del Parque, uno comienza a desandar una singular historia romántica que se iniciara en las primeras décadas del siglo pasado, cuando el español, vasco, José Fermín Iturrioz Michelena era el director de la fábrica de ron Arrechabala.
El comerciante compró la primera parcela alrededor de una laguna y edificó en Varadero en 1938 una casa, donde en la actualidad se encuentra el restaurante Dante, con excelentes recetas de la cocina italiana.
Posteriormente, fabricó una mansión con estilo neoclásico para habitarla con su familia, ahora restaurante Retiro Josone y dedicada a la cocina cubana estilizada fundamentalmente. Poco tiempo después, en 1946 y en deliberado homenaje a sus raíces, suma un inmueble especialmente llamativo, una cabaña tipo vasca, bautizada como La Campana.
Sin embargo, el nombre de todo el lugar es su más atractiva huella, formado por las primeras letras de José y de Onelia, la esposa del propietario, como un canto al amor de la pareja. Relación que trasciende de modo indirecto en muchos detalles de la historia actual, y de la que no escapan las leyendas en torno a un túnel que construyera Iturrioz, por motivos tal vez previsibles, por debajo de la primera avenida, que originalmente llevaba a la playa, y que ahora conduce directamente al Centro Internacional de Buceo.
Este pasadizo, lleno de leyendas, y por donde Onelia pasaba a la playa sin ser vista por nadie, es hoy en Josone uno de esos lugares que todos los enamorados, incubando anhelos furtivos, desean recorrer.
Por su peculiar encanto este reservorio de naturaleza multicolor, convida al visitante a entregarse a las sensaciones más placenteras, a observar las flores, la perfecluga ta combinación de tonalidades, su puente de madera sobre La Laguna de la Paz, y apreciar la calma, el silencio, o el canto de las aves que vuelan libremente allí y conviven junto a pavorreales, patos, palomas, avestruz, peces, y hasta dos dromedarios, encargados de completar la magia natural del lugar con panorámicos paseos.
Claro, que Josone es mucho más, a partir de una pluralidad de servicios gastronómicos, que bien pueden complacer al visitante gourmet, y que van desde sus restaurantes temáticos hasta su excelente cava, construida donde otrora estuviera la capilla del lugar, y que hoy atesora una infinidad de vinos para degustar por los más exigentes y enamorados paladares.
Excelencia a la carta
Con la satisfacción de recibir anualmente a más de 800 mil visitantes de todo el mundo, y ser sitio de preferencia para los repitentes de la «playa azul de Cuba», Josone acoge la organización de banquetes para cientos de comensales.
Sus áreas de servicio, personalizadas cada una, por su carta y decoración, son un complemento esencial para el placer sensorial del lugar.
• El Bar Varadero 1920, con una posición privilegiada y una piña colada en mano, los enamorados hacen suyo este rinconcito.
• Restaurante Dante, especializado en la cocina italiana, donde su excelente staff, su cava y su propuesta culinaria complacen al más exquisito visitante.
• Restaurante La Campana, auténtica comida criolla, de las mejores de su tipo en todo el país.
• Restaurante del Centro Internacional de Buceo, especialidad en platos marineros.
• El Rancho, con paellas y arroces mixtos.
• Restaurante Antigüedades, ecléctico y acogedor recinto.
• La Gruta de Vino, donde lo bohemio se funde con lo gourmet.
• La Guarapera, modo muy informal de recrear la historia del azúcar, donde se puede degustar un revitalizante guarapo.
Sitio de historia
El parque Josone fue entregado por sus propietarios en 1964 al Comandante Ernesto Che Guevara y durante muchos años sirvió como sitio de agasajo para invitados especiales del gobierno cubano. Por él pasaron personalidades de distintas esferas como el primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin, así como varios jefes de estado y de gobierno. En 1989 el lugar fue abierto al público, y algunas de sus áreas remodeladas para ampliar sus servicios gastronómicos.
El Mixto a la Campana
De la misma manera que la Piña Colada servida en el Bar Varadero 1920 constituye el preparado para beber más pedido en Josone, en cuanto a las recetas el Mixto a La Campana, del restaurante de ese nombre, es el plato más solicitado de la cocina cubana estilizada. Esta receta se compone de cebolla, ajo criollo, zumo de limón, vinagre, comino, hoja de laurel, aceite, salsa criolla -con una receta secreta-, carne de res y de cerdo, y mojo cubano.
La carne de res se deshilacha y el cerdo se pica en lonjas, todo ello se combina con las salsas, que también emplean vino, y se presentan con arroz congrí, tostones, o plátanos maduros fritos, los cuales son muy bien acogidos por los comensales.
