Alberto Chicote, jurado de 'Top chef', definió a Marcel como un cocinero “con nervios de acero” y con una gran “delicadeza y sutileza” en sus creaciones, unas cualidades que le han llevado a ganar la tercera temporada del concurso gastronómico de Antena 3. Tras dejar hace dos meses el restaurante mallorquín en el que trabajaba como jefe de cocina, a este joven alemán, de 27 años, se le acumulan los proyectos.
Confiesa que los olores y sabores de la cocina de su madre despertaron su interés por la cocina a temprana edad. “Con tan sólo 7 años cociné mi primer plato: una trucha pescada con mi padre, que condimenté con todo tipo de hierbas aromáticas de mi casa antes de hornearla en papel aluminio. Con 15 años mi interés por la cocina había llegado a tal nivel que decidí presentarme en varios restaurantes y escuelas para formarme como cocinero. Debido a mi edad, muchos me cerraron las puertas hasta que llegué a Rhön Klinikum AG, donde me aceptaron en el año 2003 para hacer prácticas”, recuerda.
Pero Marcel estaba determinado a llegar lejos. “Una vez finalizadas mis prácticas, me ofrecieron una plaza para estudiar cocina, lo que hice allí durante los tres años siguientes. Al concluir mi formación como cocinero, decidí emprender el vuelo y recorrer Europa para aprender, crecer y encontrar mi camino. De 2006 a 2007 me desempeñé como Chef de Partie / Junior Sous Chef en Sporthotel Alpin en Austria para luego llegar como Chef de Partie al Restaurante Bachus Reads Hotel Relais & Chateaux galardonado con Estrella Michelín.
“Mi formación continuó en Alemania, donde entre 2008 y 2009 trabajé en Kristall Restaurant en Wenberg con dos Estrellas Michelín. Mientras me desempeñaba en Alemania, recibí un llamado desde Mallorca. El restaurante Simply Fosh, al que había enviado mi currículum hace algunos meses, me ofrecía ser segundo de cocina. La isla, la cocina de Marc Fosh y el nuevo desafío despertaron mi curiosidad, por lo que aterricé en Palma en abril de 2009”.
En los 6 años que llevó a cargo de la cocina de Simply Fosh —confiesa— no solo creció como chef, sino que fijó cada día una meta nueva. El logro más importante de su trayectoria es, sin duda alguna, la Estrella Michelin que junto a su equipo de Simply Fosh recibió en noviembre de 2014 de cara al año 2015.
¿Cómo acabaste en Top Chef si no querías ir?
Yo no quería ir porque soy una persona muy tímida y no me sentía demasiado cómodo, pero mi equipo se encargó de coger el teléfono de recopilar los papeles y de mandarme al casting. Y me cogieron. Creo que, al final, nadie me conocía en España y aproveché el momento para que la gente supiera que había un alemán cocinando en Palma de Mallorca.
Ser una persona conocida y salir en la televisión… complicado para alguien tímido
Es cierto que ahora tenemos más clientes y que empiezan a conocernos, pero ya no estoy tranquilo como antes. Intento seguir siendo yo mismo, pero el programa me ha ayudado a quitarme timidez. Fue una experiencia única que no volveré a vivir en mi vida.
¿Cambiarías algo?
Creo que se pierde un poco la esencia de la cocina en un formato televisivo así.
¿Cuál es el siguiente paso?
Estamos hablando y negociando con diferentes empresas. Está todo por confimarse, pero la idea es tener una escuela de cocina, un puesto en un mercado gastronómico y un local de alta gastronomía en formato pequeño. Todo en la isla de Mallorca.
