La oferta cultural iberoamericana, "que tantas manifestaciones artísticas abarca", debe incluir también la gastronomía, tanto en su vertiente creativa como en la de las materias primas que se emplean, aseguró a la prensa el presidente de la Real Academia Española de Gastronomía, Rafael Ansón.
Este será uno de los objetivos de la Academia Iberoamericana de la Gastronomía, que con sede en Sevilla se creó en septiembre del 2009 y en la que de momento están representadas México, Brasil, Argentina, Perú, Portugal y España, ha explicado Ansón en declaraciones a Efe.
"La Academia quiere que haya un intercambio de productos y de cocineros", ha señalado el presidente de la Academia Española, a cuyo juicio "en el encuentro entre los dos mundos (Europa y América) lo más positivo fue la alimentación".
En su opinión, "sin los diez productos que llegaron de América y sin los diez que los españoles llevaron allí, comeríamos fatal. Nadie entendería una comida sin patatas, maíz, cacao, y ellos no la entenderían sin trigo, aceite de oliva o vino".
Otro de los objetivos de la Academia Española de Gastronomía es potenciar la imagen de los productos españoles en el extranjero, una tarea para la que han abierto camino los cocineros y restaurantes españoles, tres de los cuales se encuentran entre los cinco mejores del mundo.
"Hace treinta años hubiera sido impensable que la cocina española estuviera en Harvard", ha dicho Ansón en referencia al curso que próximamente se impartirá en la universidad estadounidense y en el que participarán varios cocineros españoles, entre ellos Ferrán Adriá.
En el mercado europeo, España "cuenta con el mejor caviar, el mejor foie-gras, la mejor trufa y el mejor jamón de europa, el mejor pescado y marisco y las mejores conservas", además de ser "el segundo país del mundo en vinos y quesos", ha destacado.
Para Ansón, el mismo despegue que han tenido los profesionales españoles de la cocina ha de tenerlo ahora su materia prima, "porque la cocina es sobre todo materia prima".
Ha recordado también que, junto a la materia prima, lo que en términos gastronómicos más valoran los turistas que llegan a España es la forma de comer: "España ha aportado al mundo la libertad en la gastronomía frente a la rigidez del modelo francés".
"El comensal come como le da la gana, de pie, sentado, en un taburete, comiendo un plato o siete, de tapas, hablando con la gente, haciendo amigos", ha referido.
La tercera de las "grandes cruzadas" de Ansón al frente de la Academia de Gastronomía es la educación, pues, "como decía (el médico nutricionista) Francisco Grande Covián, la gente comerá lo que debe si le gusta".
Por ello, Ansón y el cardiólogo Valentin Fuster se reunieron recientemente con eurodiputados para proponer "que sea el Parlamento Europeo la institución que adopte una resolución en la forma jurídica que sea más adecuada para recomendar a todos los países que incorporen los conocimientos de alimentación al sistema educativo".
A esta incorporación habría que añadir, según el presidente de la Academia gastronómica, "la educación del gusto".
"Es fundamental explicarle a la gente lo que debe comer para tener la energía necesaria, pero no más, para evitar la obesidad y las enfermedades cardiovasculares", ha sostenido.
Y es que en cuestión nutricional es básico conjugar lo sano con lo placentero, pues "no se le puede pedir a nadie que también se sacrifique a la hora de comer".
