Pocos lugares te asombran tanto por lo inesperado como el restaurante La Fontana, un lugar donde se pueden degustar las mejores carnes y pescados a la brasa en una ciudad como La Habana, donde la comida de este tipo, que en tiempos de la colonia fuera imprescindible, hoy se ha vuelto todo un lujo.
Lo primero y más asombroso de La Fontana, que con razón se ubica entre las mejores gastronomías de la ciudad, es el juego que han logrado hacer con el tiempo y sobre todo con el espacio los creadores del lugar, Ernesto y Horacio.
Fueron ellos los que en el patio de la residencia de la familia Reyes Lovio, una moderna mansión ubicada en Miramar, una de las zonas más elegantes y elitista de la capital cubana, decidieron montar en 1996 este restaurante familiar, que actualmente ofrecen más de 60 platos y postres que complacen al paladar más exigente.
De que la comida es excelente y los chefs pueden competir sin sonrojo con los más afamados del mundo no tenemos duda alguna.
Pero hay algo más que un buen plato, un delicioso cocktail o un excelente vino que hacen de La Fontana un lugar especial, y eso es la constante sorpresa a que te someten.
Uno se sorprende cuando atraviesa la sencilla puerta de acceso y se encuentra con una vegetación lujuriosa, que descansa sobre una especie de pecera artesanal, mientras alrededor los pájaros cantan y el agua brota de una cascada o de la fuente que da su nombre al lugar.
Como quiera que estamos al aire libre les recomiendo un pulpo al carbón con pesto, los embutidos hechos en la casa, los parguetes costeros a la brasa, los pinchos mixtos o los cortes de carne.
Y si prefi eres la cocina italiana, no te pierdas las deliciosas opciones de pastas, hechas artesanalmente por ellos mismos.
Si sigues caminando, entre máquinas de escribir antiguas y cazuelas inservibles adosadas a la pared de piedra, puedes llegar a un lugar donde sentarte en un ambiente climatizado, un espacio dedicado especialmente a ese grande de los habanos que fuera Don Alejandro Robaina.
Ojo, aquí bien puedes degustar cualquiera de las opciones anteriores, pero como estamos rodeados de un contexto tan cubano, nada mejor que aprovechar para saborear alguna de las parrilladas de carnes y pescados, todas acompañadas de los tradicionales frijoles negros, el tamal en cazuela, la parrillada de verduras y los cubanos puré de viandas.
Más sui géneris aún es la oferta de tapas y copas de La Fontana, atracción que en poco tiempo la ha convertido en sitio preferido de la bohemia habanera.
Así lo gritan sus paredes, donde se recogen dibujos de los más destacados artistas de la plástica contemporánea cubana, creando un ambiente íntimo y acogedor para almorzar o cenar, aunque lo mejor es pasar una buena noche, siempre y cuando no desperdicies la oportunidad de probar algunas de las tapas frías y calientes, o las medias raciones a modo de entrantes, sobre todo si las vas a regar con cualquiera de las deliciosas combinaciones que ofrece la variada carta de cócteles o la bien surtida cava de vinos.
Para todos los gustos, ambientes y paladares hay en este espacio gourmet, preferido por diplomáticos, hombres de negocio, artistas y turistas, porque La Fontana, más que un restaurante familiar, es una sorpresa constante.
Restaurante - Paladar La Fontana
Calle 3ra esquina a 46 # 305, Miramar, La Habana.
Telf.: +(537) 202-83-37
E-mail: info@lafontanahavana.info
http://www.lafontanahavana.info/
