El pollo es una de las carnes más compradas por los españoles, según se desprende de un estudio realizado en este país, donde se constató que es uno de los productos de mayor movimiento en las tiendas minoristas.
La investigación sobre la cadena de valor de la producción de este alimento demostró que en la distribución minorista, la alta rotación del producto y su bajo periodo de conservación en frío sobre cero obligan a un suministro muy frecuente a la tienda, lo que aumenta el gasto del transporte y repercute en los costes.
No obstante, la alta frecuencia de compra del pollo en la tienda lo hace muy atractivo para el detallista que trabaja, por lo general, con márgenes menores que en otras carnes y es utilizado con frecuencia como producto reclamo para el cliente.
Esto fomenta las ventas de pollo a precios bajos con márgenes muy ajustados, una alta competencia entre minoristas y mayor presencia que otras carnes, en la gran distribución y, concretamente, en los establecimientos discount.
El estudio realizado en colaboración de todos los operadores de la cadena de valor, forma parte del compromiso del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente Rural y Marino de España de analizar las cadenas de valor de los productos alimenticios y conocer el proceso de formación de sus precios para contribuir a la transparencia del mercado.
