De Londres a Cuba viajó una de las actrices principales de la coctelería mundial para poner a prueba la creatividad antillana. La Ginebra, un clásico británico, removió la Habana en búsqueda del representante cubano a la VI Competencia Internacional Beefeater Mix London. Y lo encontró. Luego de un riguroso proceso de instrucción y evaluación el barman Mario Luis Acosta Batista ha sido el ganador de las eliminatorias nacionales gracias a su coctel “Blanco Salvaje” y ya se alista para competir en Londres frente a más de 30 oponentes.
Sebastian Hamilton-Mudge, embajador global de Beefeater & Plymouth y juez durante la presente edición explica que se trata de un evento capaz de reunir a participantes de todo el mundo, en el que la isla ha estado involucrada desde hace tres años.
“Como parte de las jornadas de selección tuvo lugar una clase magistral para casi sesenta exponentes de la cantina cubana, que recibieron información sobre la industria de la ginebra, especialmente cómo se elabora e inserta la Beefeater dentro de la cultura anglosajona. La colorida presentación implicó, además, experimentar diferentes tipos de técnicas y cocteles. Posteriormente desarrollamos las presentaciones clasificatorias y este 24 de noviembre concluyó el encuentro con una degustación abierta de los drinks competidores y el anuncio del ganador”, relata el embajador.
El certamen fue en sí un homenaje a la cinematografía londinense y la inspiración dirigida a deleitar los sentidos. Esencial en la organización de dicho evento en la isla ha sido el apoyo del consorcio Havana Club Internacional que, como Beefeater, forma parte de la selecta carpeta de Pernod Ricard.
Al respecto Jerome Cottin Bizonne, director general de la entidad dedicada al ron, destaca que “dicha competencia es un evento muy importante para nosotros como empresa porque tenemos un trabajo muy sólido con los cantineros en Cuba y Beefeater, como marca insignia de la ginebra, -y este destilado como uno de los esenciales en la coctelería- no podría no estar presente en la isla. En esta ocasión propusimos trabajar tanto con la línea Beefeater London, como con la Beefeater 12, versión Súper Premium compuesta por veinticuatro ingredientes. Muchos participantes emplearon esta última aprovechando la gran oportunidad que significa concebir a partir de un destilado tan complejo y enriquecedor”.
Asimismo agrega: “Es la tercera ocasión en que se celebra el certamen acá y cada año podemos ver cuánto crece el nivel de la cantina en todos los sentidos. La coctelería se ha desarrollado muchísimo en Cuba en los últimos tiempos; hay más diversidad, y no solo eso, sino que los cantineros crean sus propios cocteles. Los bartenders cubanos son muy fuertes para los clásicos e igualmente podemos ver hoy muchísima innovación. Cada uno tiene no solo una versión personal de lo tradicional sino también preparaciones individuales, lo cual es muy distintivo de su idiosincrasia. En el mundo se conocen ampliamente los cocteles clásicos pero la medida que podemos tener para saber si un cantinero es bueno o no es a partir de su creatividad. Al ponerlos ante el reto de confeccionar algo personal también generamos intercambio, inspiración, porque el coctel es un vínculo entre dos personas para pasar un buen momento”, puntualizó.
Por su parte Hamilton-Mudge subrayó: “la ginebra está muy conectada con el trabajo de los bartenders a nivel mundial y es responsable de un altísimo porciento de bebidas internacionales. Sin dudas ha estado presente por siglos en los libros de coctelería como un ingrediente esencial. Ser un destilado ligero y seco que incorpora aromas y una muy interesante complejidad sin minimizar su flexibilidad, permite que aún mantenga la impronta y vitalidad. Los fundamentos de un coctel son aun los mismos más allá del tiempo o la técnica que empleada: balance, elegancia y seducción. Y es lo que venimos buscando.
“Realizar este concurso en Cuba por tercera ocasión significó una gran oportunidad para ver la evolución que tienen los barmans cubanos y la increíble conexión que todavía existe entre las viejas y nuevas generaciones en un intercambio de conocimientos constante. Asistir es otra prueba nítida de la mejoría en técnica y calidad que se vive hoy día. Además, está la interpretación tan personal de lo que puede crearse y ofrecerse teniendo en cuenta el clima, la temporada y la disponibilidad o no de ingredientes, que estimula la búsqueda de alternativas más locales y auténticas. Los cubanos son muy creativos y ha sido muy interesante ver como juegan más allá de la seguridad y gustan de experimentar, poniéndole a todo un toque tan propio, tan particular, lo cual hemos disfrutado mucho”, concluyó el embajador global de la Beefeater.
