Barriga cervecera ¿un mito?

Creado: Jue, 10/09/2009 - 23:47
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Barriga cervecera ¿un mito?

Aunque siempre se ha pensado que, a la larga, la cerveza acaba cobrando a sus consumidores más empedernidos una visible barriga, recientes investigaciones científicas han demostrado que en realidad el consumo moderado de esta bebida no favorece la obesidad abdominal.

La famosa “barriga cervecera” podría deberse más a factores genéticos que a costumbres etílicas, pues es frecuente en las personas que tienen la variante DD del gen de la enzima conversora de la angiotensina (ACE), o una mutación del gen FTO, quienes tienen más probabilidades de acumular grasas alrededor del abdomen.

Los portadores de esta variante genética tienen tendencia a desarrollar grasas abdominales, aunque si siguen una dieta equilibrada y hacen ejercicio físico, pueden contrarrestar esa predisposición.

Además, la aportación calórica de la cerveza es relativamente modesta y muy inferior a la de otras bebidas.

Una caña de cerveza (unos 200 ml) representa 90 calorías, mientras que la misma cantidad de vino aporta más del doble, en torno a 200 calorías. Y si se compara con bebidas destiladas, la misma cantidad de ginebra o ron aportaría casi 500 calorías.

No obstante, el consumo de una u otra bebida es diferente, pues cuando se toma como refresco o aperitivo o cuando se ingiere en las comidas, se bebe mayor cantidad de cerveza que de vino y de destilados.

Sin embargo, más allá de la obesidad, los especialistas apuntan que la cerveza, como otros productos alcohólicos, es más dañina en otros campos, ya que provoca irritación del estómago y lesiones en el recubrimiento del intestino, lo que ralentiza la absorción de algunos nutrientes.

Además disminuye el aporte de un gran número de vitaminas y minerales y aumentan los triglicéridos en la sangre y los niveles de hierro.

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