España. El sector vitivinícola nacional, que había sobrellevado el inicio de la crisis económica mundial de forma razonablemente bien, parece que comienza a sufrir las consecuencias de ella, al igual que en otros sectores agrarios españoles.
Lo cierto es que las cifras de venta en 2008, pese a que en algunos segmentos son positivas, no son buenos, sobre todo en lo referente a las ventas nacionales, y en especial en la restauración, observándose un desplazamiento del consumo de la restauración hacia los hogares.
''Los efectos de la crisis comenzaron a notarse a finales de año tanto en las ventas nacionales, sobre todo en restauración, como en exportaciones, en solicitudes de arranque y en la situación de las bodegas'', afirma el director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael del Rey.
Con todo ello, se muestra positivo con las datos de exportaciones de 2008, que reflejan un incremento del ocho por ciento en valor y un 8,5 por ciento en volumen en las exportaciones. De esta manera, durante el pasado año las exportaciones españolas alcanzaron la cifra récord de 1.994 millones de euros por la venta de 1.690 millones de litros.
Asimismo, desde el OEMV se considera causante de esta situación a la entrada en vigor de la nueva OCM y la supresión de algunas medidas de regulación del mercado que han generado un entorno de incertidumbre.
El sector, pesimista
Desde Cooperativas Agroalimentarias, el responsable vitivinícola, Nicolás Gómez, lamenta la mala situación del sector del vino en España, consecuencia de varias circunstancias ''como el paso de una OCM a otra, el no disponer de una normativa a la que atenernos a tiempo, que ha llevado a la incertidumbre en las compras, y a nivel general, la crisis económica y financiera mundial. El consumo interno lleva bastantes meses a la baja, y aunque las cifras de 2008 de exportaciones registraron un balance positivo, durante el segundo trimestre del pasado año ya empezó a vislumbrarse una tendencia descendente'', asegura Gómez.
En este sentido, el año 2009 ha comenzado con problemas en materia exportadora y las ventas en el exterior de vino español se redujeron en enero un 23 por ciento en valor y un 35 por ciento en volumen. ''Si nadie lo remedia, este año las exportaciones, que eran las que tiraban del sector, se va a resentir mucho'', concluye el responsable de las cooperativas.
Según José Ugarrio, de ASAJA, el vino no es ajeno al contexto económico mundial, ''y al no ser un producto de primera necesidad, la caída es palpable aunque no es demasiado drástica. Cooperativas, como las de la Mancha, otros años a estas alturas habían vendido ya en torno al 60 por ciento de su cosecha, y este año los niveles son muy inferiores, pues los compradores, en esta situación, compran según van necesitando'', indica Ugarrio.
El responsable de Vino de COAG y vicepresidente del Comité Consultivo de Vino de la Unión Europea, Alejandro García-Gasco, lamenta las pocas operaciones existentes en el mercado, con unos precios ruinosos ''de 280 de las antiguas pesetas el litro, cuando el año pasado se situó en 400''.
Según García-Gasco, con la crisis, el consumo ha caído y ''los consumidores no se gastan 20 euros en una botella de vino en un restaurante, a lo que hay que sumar el auge de la marca blanca para vender a un menor precio, algo que está haciendo mucho daño a las bodegas''.
Por su parte, el técnico de vinos de UPA, José Manuel Delgado, mantiene el mismo discurso que el resto de organizaciones agrarias, y admite una importante caída del consumo tanto en el hogar como en los restaurantes.
''Pese a que la crisis adquirió fuerza una vez concluida la vendimia, a los viticultores también influye la caída de las ventas de vino. Con una campaña que se prevé buena en producción y las escasas operaciones hasta el momento, se prevén problemas en el almacenamiento, con la consiguiente presión de la oferta, y descenso de precios'', concluye Delgado.
