El IIIA se “baña” de éxitos

Creado: Dom, 17/01/2016 - 13:37
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El IIIA se “baña” de éxitos

A pesar de que la lluvia se empeñó en “aguar” la fiesta, este 15 de enero, Día de la Ciencia Cubana, no pasó inadvertido para el Instituto de Investigaciones para la Industria Alimenticia (IIIA), que más bien aprovechó el húmedo clima para “bañarse” de éxitos.


Desde bien temprano sus investigadores y técnicos —protagonistas todos— se reunieron para reconocer los resultados más relevantes en 2015 de este centro; que tiene como misión fundamental la realización de investigaciones, innovaciones tecnológicas, servicios científico técnico, asesorías, y formación de recursos humanos especializados en ciencia y tecnología de los alimentos, con vistas a satisfacer las necesidades nutricionales de la población cubana.


La MSc. Ivania Rodríguez Álvarez, Directora de Ciencia del IIIA, explicó a Excelencias Gourmet que el Instituto está organizado en varias direcciones:  Carne, Leche y derivados lácteos, Cereales y confitería (que incluye la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Chocolatería), Frutas y vegetales, Bebidas (que abarca aromas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, y residuales), y la Dirección de ciencia, en la cual se agrupan laboratorios especializados, que dan servicio a todas las áreas de investigación, así como a otras entidades productivas, dentro y fuera del ámbito del Ministerio de la Industria Alimentaria.


“Hay investigadores y técnicos vinculados a cada una de esas ramas, aparte de pequeños puntos productivos que hacen posible la introducción a escala piloto de los resultados”, comentó la directiva. No obstante —precisó— las cantidades no son comparables con las grandes industrias.


“El instituto se diseñó para que cada una de esas direcciones de investigación tuviesen una planta piloto que nos sirve para la obtención de productos que luego comercializamos. La marca Aurora es la que los identifica. Hacemos la crema de helado, distintos embutidos, croquetas, yogurt, mantequilla margarina, quesos, galletas, siropes y jugos…, así como chocolate fino artesanal”, comentó.


Otra línea importante de trabajo del IIIA —dijo— ha sido el desarrollo de alimentos para grupos vulnerables de la población cubana, personas sanas o enfermas que por determinadas razones fisiológicas necesitan un régimen especial de alimentación: lactantes, niños menores de cinco años, embarazadas sanas, personas de la tercera edad, enfermos con determinadas patologías, pacientes con cáncer, y otros.


Tal es el caso de soportes nutricionales hipercalóricos e hiperprotéicos (Nutrial I y Nutrial II) destinados para las salas de terapia intensiva; el PROLACSIN (alimento completo libre de proteína láctea y lactosa para niños intolerantes); y MATERLAC, concebido para embarazadas desnutridas. El centro, además, ha diseñado junto a las autoridades de Nutrición del Ministerio de Salud Pública toda la estrategia de fortificación de la harina de trigo que se usa para elaborar el pan en Cuba.


La investigadora Yannara Calle Domínguez de la Dirección de Cereales, reconocida como la joven más destacada del centro por el Ministerio, impartió una conferencia sobre la investigación en el desarrollo de productos de panificación, repostería y confitería saludable.
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha declarado el 2016 como el Año Internacional de de las Legumbres, motivo por el cual se van a desarrollar investigaciones científicas, eventos y otras iniciativas para promover su consumo.


“Hoy en el mundo tenemos a nuestra disposición una variada oferta y cantidad de alimentos a la que tenemos fácil acceso, aún cuando no ha sido producido por el propio hombre que los va a consumir. Esto, sumado a la poca actividad física, ha provocado que las poblaciones actuales sean personas que padecen de obesidad y sobrepeso. Por eso la industria de alimentos a escala mundial se ha dado a la tarea de producir alimentos saludables y funcionales”, explicó.


“La OMS recomienda disminuir el consumo de azúcar, grasas saturadas y sal (menos de 5 gramos diarios). Si desde este año hasta el 2025 logramos una reducción del 30% de la ingesta de sal, se podrían evitar 1.7 millones de muertes cada año”, subrayó.


Al decir de la joven investigadora, la Dirección de cereales del IIIA se ha dado a la tarea entre 2014 y 2015 de trabajar en la producción de alimentos saludables.


“En el caso de la panadería se ha logrado disminuir de forma paulatina el por ciento de sal, del 2 al 1.75%. Se han producido galletas reducidas en azúcar, ricas en fibras, panes ricos en proteínas, con harinas no convencionales, sin grasas, caramelos y gomitas sin azúcar…, por solo mencionar algunos ejemplos”, ahondó.


No obstante —afirmó— uno de los mayores logros de la institución es sin dudas su contribución a la apertura en la capital cubana de la panadería La Antigua Chiquita para pacientes que padecen de intolerancia al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo y otros cereales como el centeno, la cebada y la avena. Se trata de un proyecto de conjunto entre la Empresa Provincial de la Industria Alimenticia (EPIA), el Ministerio de la Industria Alimenticia, con el apoyo de la empresa española Indespan.


Terminó su intervención mencionando el principal reto para el IIIA en el futuro: obtener materias primas nacionales que se puedan emplear en el desarrollo de alimentos saludables y funcionales.

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