Café 5ta Avenida, el encanto de la tradición

De un tiempo acá hacer jogging en la 5ta Avenida es más difícil, pues las tentaciones gastronómicas surgen donde menos las esperan, y en formas difíciles de resistir: prueba de ello son unas pizzas cocidas en horno de leña, cuyo aroma invita a apurar el paso y no parar hasta degustarlas en el joven y acogedor Café 5ta Avenida.

En efecto, un atractivo de este local es su distintivo horno de leña, un raro privilegio en un ámbito que prefiere las cocinas de gas y los fogones de carbón. Aquí uno puede comerse una pizza como Dios manda, tras un proceso de elaboración natural, limpio y ágil, fiel a las más puras tradiciones culinarias de Italia y a su arraigo en Cuba.

Además, el lugar seduce por su decoración que remonta a viejos tiempos en que todo parecía sepia: fotografías de la legendaria vía de Miramar y sus íconos arquitectónicos tapizan las paredes del local que a ratos recuerda esas modernistas cafeterías de los años 1950, con sus asientos de vinil rojo, sus amplios ventanales y su glamour natural.

De hecho, sus creadores quisieron hacer algo temático inspirado en la avenida que nació entre aires cosmopolitas de una nueva Habana. Por eso en su carta destacan los desayunos americano y continental, preámbulos de almuerzos y cenas, y una variedad de brochetas y asados al carbón, así como la Pizza 5ta Avenida, un collage sensorial de salsa roja, atún, camarones, jamón pierna y Vicky, bacon, mozzarella, fuego y amor.

Según su propietario, Rafael Acosta, aquí el visitante tiene “un ambiente sosegado donde encontrará el sabor original de la auténtica pizza italiana, delgada y cocida al calor de la leña y con ingredientes naturales, como tomate en trozos, albahaca, cebolla, aceite de oliva y queso mozzarella”. Sublime…

Pero aquí también se puede conjurar al calor con una piña colada servida en la propia fruta, o deleitarse con una taza del café de la casa, un elixir elaborado a partir de café, crema Bailey y Añejo Especial, que marida con un bombón y te lleva al séptimo cielo. O mejor dicho, te hace querer volver una y otra vez al Café 5ta Avenida.