La recién finalizada Fiesta Internacional del Vino, celebrada del 4 al 6 de octubre en el Hotel Nacional de Cuba, dedicó un momento especial para recordar a un amigo de la Isla, a Joan Sardá, quien falleció en diciembre de 2015. Fue ante todouna forma de recordar y homenajear todo el trabajo de este hombre, que llegó a Cuba en pleno Periodo Especial, y que en todo momento supo brindar su apoyo e incondicionalidad.
Familiares, sommeliers, empresarios… amigos todos, recordaron que gracias a la gestión promisoria deSardá se hicieron posibles los primeros cursos de sommelier y la inauguración de importantes cavas en el país. Incluso, por su iniciativa se realizó el primer Don Sommelier en Cuba, en el Hotel Meliá Cohiba, a finales de los 90.
Como parte de la velada el Gerente General del Hotel Nacional de Cuba, Antonio Martínez, hizo entrega de una simbólica botella Magno al hijo de Joan Sardá, Sergi Sardá, para que la amistad entre la amistad entre ambos sea por siempre.
“Me siento muy orgulloso de ver quese reconoce y se quiere a la figura de mi padre y que el gremio de sommeliers guarda un recuerdo afectuoso de él. Para la familia y para mí es muy emotivo. Mi padre llevaba a Cuba en el corazón, conocía todos sus rincones y apreciaba mucho a su gente”, comentó a Excelencias Gourmet.
“Como seguidor de sus pasos, siento compromiso con todo el trabajo hecho, con su visión de la vida y de la empresa, y también la responsabilidad de llevar un proeyecto que para la familia es muy importante y que tiene una gran repercusión.
“De cara al futuro el objetivo es seguir profundizando en la cultura del vino, promoverla, para que cada vez más personas lo aprecien. También seguir dando productos de calidad, seguir avanzando en estos nuevos tiempos, y continuar creando vinos que mariden de forma especial con la comida, que siempre ha sido nuestra filosofía”, afirmó.