Envases flexibles en Cuba: cuando urgen las inversiones

Creado: Dom, 19/02/2017 - 14:40
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Por: Patricia Cáceres
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Envases flexibles en Cuba: cuando urgen las inversiones

Una demanda insatisfecha es el mejor pretexto que tienen quienes proyecten invertir en Cuba en el sector de envases y embalajes, en particular de los flexibles, teniendo en cuenta que hoy la producción nacional en ese surtido solo responde a un 4 %  de las necesidades del mercado local y el país tiene que suplir ese vacío con millonarias compras en el exterior.


Sustituir importaciones es pues la principal motivación del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil) a la hora de presentar en su cartera de oportunidades de negocios, la posible inversión en alguna de las modalidades aprobadas por la Ley 118 para concretar la fabricación de surtidos flexibles con destino a las actividades exportadoras y agroalimentarias, entre otras prioridades.
 Y es que apremia el acompañamiento del capital extranjero en una industria que no ha logrado revertir las distancias entre oferta y demanda, y precisamente se enfrasca en potenciar negocios conjuntos que garanticen inversiones y suplanten importaciones.


En conversación con Solange Guach, directora de  negocios de Gempil, y Yoel Rodríguez Ramos, su director general, Excelencias Gourmet conoció las proyecciones de ese Grupo para el presente y el futuro más cercano.


Guach precisó que el Grupo cuenta con 22 entidades ubicadas en varias provincia del país (La Habana, Las Tunas, Ciego de Avila) así como  una representación de sus UEB  (Unidades Empresariales de Base) en casi todos los municipios de Cuba.


“Estamos promocionando una oportunidad de negocios que permita desarrollar envases flexibles en Cuba. Hoy contamos con una pequeña fábrica en San José de las Lajas a pocos kilómetros de la Autopista nacional lo cual le da una fortaleza a esa rama en lo referido a la actividad de logística y la transportación de lo que se produce.


Los directivos de Gempil aprovecharon una de las jornadas de la reciente feria Pacgraf, efectuada en La Habana, para presentar un proyecto destinado a la producción de empaques flexibles y extrusión de polietileno.


“Es una oportunidad de negocios latente hace varios años, un nicho de mercado que queremos desarrollar para dar respuesta sobre todo a las necesidades de la industria alimentaria cubana en específico. Existe una capacidad instalada que solo aporta unas 350 toneladas, mientras la demanda identificada es de más de 9 000 toneladas de envases de ese tipo”,  explicó Rodríguez.


“Tenemos experiencia en la actividad y pretendemos, al amparo de la Ley de Inversión Extranjera, dar respuesta a  un mercado insatisfecho casi en su totalidad, y que se incluye en la proyección estratégica de desarrollo del país pero a largo plazo. Así que nuestro interés es de un proyecto de alta permanencia y a futuro pudiera tener hasta el doble del tamaño actual en cuanto a una demanda creciente”, abundó el directivo.


Además de la planta y un grupo de operarios que la manejan, ofrecen otros beneficios a quienes se decidan acompañarlos pues ya cuentan con algunos adelantos para la negociación  como los estudios de prefactibilidad y los avalúos.


“El interés  nuestro se concentra en la adquisición de tecnología de avanzada y know how, puesto que esta industria requiere de una elevada calificación y de equipamiento novedoso”, reconocieron ambos directivos.  


Citaron a la industria alimentaria entre los sectores que más demandan estos productos para su comercialización: panes, galletas, confituras, chocolates, caramelos, pastas alimenticias, leche fluida y en polvo, yogurt, sal, azúcar, café, arroz ,y otros considerados de primera necesidad entre la población, como las almohadillas sanitarias (consumen 44 millones de bolsas al año), y las servilletas.


Los envases o empaques flexibles están compuestos por soporte de polietileno o propileno, metalizados, y son de amplio uso en la cosmética, la jabonería (toda la envoltura conocida por nylon). Además  existen otros tipos de materiales flexibles que exigirán y permitirán también dar un paso más hacia el avance tecnológico de varias industrias nacionales.


UN SOCIO PA´ MI  NEGOCIO


El país considera como estratégica el área de los envases y embalajes, sobre todo para potenciar  las industrias biofarmacéutica, agroalimentaria y turística, así como para lograr una mayor sustitución de importaciones.


Cuba puso en práctica una nueva política para la inversión extranjera, reconocida como una de las vías importantes y necesarias para el desarrollo. La nueva ley en esa materia, a la par que ofrece incentivos y seguridad jurídica a los inversionistas, preserva la soberanía nacional, protege al medio ambiente y busca dar un uso racional a los recursos naturales.


Desde 2013 se aprobó la política para el avance de la industria productora de envases y embalajes, y se impulsan inversiones que tributen a un mejoramiento de los niveles de actualización tecnológica en las industrias nacionales, y así como para dar respuesta a la creciente demanda, que solo se ha logrado satisfacer parcialmente, con cifras de alrededor del 50 %.


El país gasta cada año varios cientos de millones de dólares en la importación de envases y embalajes, y en la medida en que el turismo crezca, también lo harán muchos negocios por cuenta propia, lo cual producirá una mayor demanda en este sentido.


Hoy son varios los factores negativos que condicionan un mejor resultado en esa rama, como es el caso de las fábricas que trabajan con tecnología obsoleta, lo cual ha generado un déficit productivo que obliga en muchos casos a comercializar diferentes productos a granel, y no en sus correspondientes envases.


Por ello desde una concepción integral, se priorizan disímiles acciones como la reorganización de las capacidades industriales y el reforzamiento de los vínculos entre productores y demandantes.
 Todo se inició con el reordenamiento productivo para hacer un balance nacional que definió entonces una demanda de más de 180 surtidos e incluso contabilizó los requerimientos de varias de las formas de gestión no estatal que van in crescendo en el país.


También refuerzan el funcionamiento de un Centro Nacional de Envases y Embalajes que sirva para asumir, entre otras actividades, la realización de estudios de factibilidad, la evaluación de las materias primas, y la confección y desarrollo de nuevos diseños y formatos.


El Ministerio de Industrias (Mindus) impulsa las industrias productoras de envases y embalajes y prioriza lo demandado por otras actividades como la exportación, la agroalimentaria, la biofarmacéutica y la venta de materiales de construcción.


En ese sentido se propone acelerar el crecimiento de esas producciones sobre bases competitivas, establecer patrones para la utilización eficiente de los envases y embalajes, así como proponer el diseño institucional y regulatorio más favorable para la conducción de la estrategia estatal en esa materia.


Se trata de dejar atrás las recurrentes afectaciones sobre el buen desempeño de diversas esferas que han padecido la insuficiencia de esos productos, y que encarecen su gestión al tener que acudir a las importaciones para satisfacer tanto al mercado interno como la comercialización en el exterior.


Las medidas para asegurar la sostenibilidad de la producción de envases se encaminan a revertir el deterioro productivo, tecnológico y normativo de la actividad, con la prioridad en las acciones económicas y financieras para el uso racional de los mismos, el desarrollo de capacidades productivas y optimización de su utilización, además de la modernización de la infraestructura y la elevación de la calidad.

 

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