Bodegas Torres: redescubriendo el sabor de España (III Parte)

Creado: Mié, 18/01/2017 - 20:04
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Por: Patricia Cáceres
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Bodegas Torres: redescubriendo el sabor de España (III Parte)
Las singulares siluetas de las montañas de Priorat, con terrazas escalonadas en el duro suelo de pizarra, le dieron la bienvenida a los amigos de Torres que por estos días recorren algunas de sus bodegas en España. Y es que en su travesía no podía faltar esta Denominación de Origen Calificada, donde nacen las reconocidas marcas Salmos y Perpetual, elaboradas con variedades como Cariñena, Garnacha tinta y Syrah.

Se trata en esencia de vinos excepcionales y muy concentrados. “Se caracterizan por una gran intensidad aromática, con muchísima fruta, con mucha corpulencia y estructura. Son vinos para beberse jóvenes pero con un potencial de guarda muy importante, debido a su grado alcohólico alto y acidez y pH bajo”, explicó Josep Almirall, sommelier del Centro de Visitas Torres.

Salmos está elaborado con las uvas Cariñena, Garnacha tinta y Syrah, con crianza en barricas de roble francés, nuevas y de segundo año, entre 14 y 16 meses, seguida de un envejecimiento en botella. Perpetual, en cambio, solo se compone de las variedades Cariñena y Garnacha tinta, con un envejecimiento en barricas de roble nuevo francés durante 18 meses, también seguida de un envejecimiento en botella.

El suelo de pizarra oscura llamada licorella, unido a la gran diferencia térmica entre el día y la noche, son la clave para lograr estos vinos Premium. “Cuando tienes en un viñedo un suelo de pizarra, lo primero es que hace un drenaje importante del agua. Es muy seco y va a provocar que la planta tenga un estrés, que sufra. Son suelos también pobres en materia orgánica, con lo cual nos baja el pH. Esto pasa al vino también, que va a tener pH más bajo. Con este suelo la planta limita su producción y concentra más esa uva, que va a ser más estructurada, intensa aromáticamente, con corpulencia… Por lo que se pueden elaborar vinos de alta calidad.

“Estas plantas tienen posiblemente unas de las raíces más profundas que se puedan encontrar, porque la planta busca esa pequeña humedad hacia debajo de la tierra. En lugar de alcanzar un metro y medio de la superficie, estas raíces pueden llegar hasta 9 y 10 metros. Se trata de supervivencia básicamente”, ahondó Almirall.

Otra clave del éxito ha sido la utilización de viñedos de 40, 50, y hasta 120 años, a partir de alianzas con los productores locales. “Esto obviamente limita la producción, porque no le puedes exigir a un viñedo viejo producir más cantidad de uvas, porque simplemente da lo que da. Si queremos mantenernos en esos parámetros de calidad es muy difícil incrementar la producción”, precisó.

A todo ello se suma el meticuloso cuidado de la uva, con procesos que van desde la vendimia manual, hasta la utilización de tecnologías para la selección óptica de la misma, grano a grano. Solo así se pueden obtener estos vinos excepciones, elaborados con las variedades tintas más tradicionales del Mediterráneo.
 

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