Un matrimonio perfecto

Creado: Mié, 25/02/2015 - 21:46
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Un matrimonio perfecto
El XVII Festival del Habano fue anfitrión de una cata especial en la que se maridaron el Romeo y Julieta Pirámides Añejados y el Montecristo Churchills Añejados, con dos glamurosos rones de Havana Club: Selección de Maestros y Añejo 15 Años.
 
La fama de los Habanos hace mucho que recorre los cinco continentes para beneplácito de los más selectos fumadores y orgullo de todos los cubanos. El mundo todo se rindió a los pies del mejor tabaco del mundo, asombrado por el distintivo sello de sus más  emblemáticas marcas. Pero en ocasiones, solo en escogidas y propiciadas ocasiones, la excelencia cobra matices extraordinarios.
 
Este martes, en el marco del XVII edición del Festival del Habano, el lujo se hizo presente desde un placer incomparable, cuando el Palacio de las Convenciones fue sede de una cata especial en la que se maridaron el Romeo y Julieta Pirámides Añejados y el Montecristo Churchills Añejados, con dos glamurosos rones de Havana Club: Selección de Maestros y Añejo 15 Años. Ambas vitolas se presentaron como ediciones exclusivas en cantidades limitadas y en un único lanzamiento. Se trata de dos Habanos que han pasado por un proceso de añejamiento de entre 5 y ocho años, un novedoso concepto que ha sorprendido a los aficionados y expertos más exigentes.
 
En esta ocasión la cata-maridaje fue conducida por el prestigioso profesor y Sommelier Fernando Fernández, quien estuvo acompañado en el panel por directivos de Habanos S.A.: los Srs. Luis Sánchez-Hurguindey Pardo de Vera e Inocente Núñez Blanco, co-presidentes, Jorge Luis Fernández Maique, vicepresidente comercial, el Sr. Fidel  Sánchez Triana, vicepresidente de logística y Antonio Pascual García, vicepresidente financiero.
 
La condición de añejamiento está relacionada al período de conservación del Habano —en las más óptimas condiciones de temperatura y humedad— desde su elaboración en la fábrica hasta su degustación. El tiempo transcurrido tras la puesta en caja —6 años y 7 meses para el famoso Montecristo y 6 años y 3 meses para el más romántico y trágico de los Habanos— aporta una fumada con un sabor más refinado y un aroma más complejo, sin que el Habano pierda sus características organolépticas iniciales. Ambos productos se añejaron en sus cajones originales, lo cual pudo ser apreciado, además, en una ceniza más clara y consistente, al punto de poder ser sostenida con la mano, como se pudo comprobar en la cata.
 
La mayoría de los participantes concordaron en escoger la unión entre el Montecristo y el Havana Club Añejo 15 años como el matrimonio ideal, sin desestimar el gustoso enlace que brindaron el Romeo y Julieta y el Selección de Maestros.
 
“El Añejo 15 años expresa el ADN de la cultura ronera y logra un ensamblaje ideal con el Montecristo, pero el Selección de Maestros es un producto estrella de Cuba. Son dos grandes rones con estilos y formaciones distintas”, afirmó Fernando Fernández.

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