En México, la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y de la Malta (CANICERM) invitó a prensa especializada a una comida para maridar gastronomía mexicana y cerveza. Con la asistencia de distintos ejecutivos de las principales cerveceras en el país, entre quienes destacó Jorge Terrazas, director general de este organismo, el banquete tuvo por objetivo dar a conocer e invitar a difundir la riqueza y el enorme potencial de placer que ofrece esta bebida a los paladares más exigentes y de los gustos más diversos.
La preparación culinaria y la propuesta de maridaje con distintos tipos de cervezas para la degustación de cada uno de los platillos que integraron el menú estuvieron a cargo de Mónica Beteta, artista de la cocina mexicana que hoy se desempeña como chef ejecutiva en distintos establecimientos de alta gastronomía, como el restaurante Guadiana de Reforma, sede del evento.
En cuatro tiempos, cada maridaje propuso experiencias distintas: armonía entre sabores frescos, el reforzamiento mutuo de otros más cremosos, o la capacidad de “limpiar” sensaciones grasosas o sabores especiados para facilitar paladeo y digestión, o el contraste para equilibrar dulzura y amargor: Primero, aguachile de callo de almeja como entrada, maridado con una golden ale; segundo, enmoladas de plátano macho, rellenas de frijol y queso de cabra, servidas con una stout imperial; después, suprema de pollo rellena de chicharrón prensado con salsa martajada, de la mano de una plisner; y, de postre, una sorpresa de plátano con caramelo, helado de yogurt de vainilla y polvo de cacahuate acompañado con una munich oscura.
Con refinamiento y exquisitez, Mónica Beteta dio acompañamiento informativo a los comensales, recorriendo mesa por mesa del lugar, para exponer sus intenciones degustativas. De lo que se trata, afirmó, es de “dar cultura a nuestro paladar, de probar y hallar las combinaciones perfectas que despierten nuestros cinco sentidos” según preferencias, porque “en el maridaje no hay reglas, hay gustos”.
En verdad, pocos suponen que los ingredientes de la cerveza la hacen una bebida ideal para acompañar todo tipo de comida. Algunos de los mitos en torno a ella es que se trata de una bebida “pesada”, poco menos que indigesta. Por el contrario, se trata de una bebida natural de calidad, difícil de adulterar. Compuesta hasta por un 95% de agua, una botella no tiene más calorías que un vaso de leche o una copa de vino. Además, contiene minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra natural. En particular, es una bebida recomendada para acompañar alimentos condimentados, como los de la cocina mexicana.
Por su parte, Mercedes Pérez Reguera, vocera de la CANICERM, enfatizó que la campaña publicitaria sobre productos cerveceros vigente en este país promueve la cultura de la legalidad, el consumo responsable (moderado, sólo por adultos y acompañado con la ingestión de alimentos) y la concientización sobre los beneficios de la cerveza como bebida sana.
La Industria Cervecera Mexicana es líder y reconocida en más de 180 países. Ocupa la quinta posición mundial en producción y el primer lugar en exportaciones (con 1,800 millones de dólares anuales). Actualmente, 18 empresas productoras de malta y cerveza se agremian en la CANICEM, la cual fue fundada en 1962.
