Degustar un habano es un rito que seduce a expertos y principiantes: requiere aguzar los sentidos para descubrir el encanto de cada vitola, desde Cohiba hasta Montecristo o Romeo y Julieta.
La práctica de echar humo partiendo de las primigenias hojas verdes elaboradas, hasta concentrarse en el fino tubito blanco o el moreno caballero anillado, trasciende épocas, tendencias e ismos culturales.